Chile: guía de paseos y shopping

Apenas se cruza el hito de la frontera cambia el paisaje. De la cordillera pura se pasa a la selva tipo valdiviana y la vegetación se hace más frondosa. Ya del lado chileno, luego de pasar la Aduana, nos encontramos con la pintoresca “cascada de los novios”, parada obligada para aquellos que cruzan por primera vez por el Paso Samoré. Pasamos por Puyehue, donde se ubica el histórico hotel Termas de Puyehue y más adentro las Termas Aguas Calientes. En ambos lugares se puede parar a dormir y disfrutar de las piletas de aguas termales provenientes del volcán.

El hotel es 5 estrellas, dormir no es económico –menos en temporada alta. En baja hay promociones– , pero sí es más accesible el “day pass”, un programa para pasar el día que incluye el acceso a las piscinas, almuerzo tipo bufet libre y merienda. Continuando la Ruta 215, a nuestra derecha está el lago Puyehue, y si el día lo permite a la izquierda vemos el volcán Puntiagudo. Luego, la pequeña localidad de Entre Lagos y finalmente Osorno.

Esta última no tiene mucho más atractivo que las supertiendas para hacer shopping y de ropa usada donde hay nueva o de gran calidad a precios irrisorios. Están todas las cadenas. La mayoría se concentra a lo largo de la calle Eleuterio Ramírez, en las inmediaciones de la plaza central.

Postal de Puerto Montt.

Para los que prefieren combinar shopping y turismo, Puerto Montt o Valdivia son dos buenas opciones. Puerto Montt se encuentra hacia el sur de Osorno, a unos 100 km. Se puede ir por la autopista (con pesos chilenos para pagar el peaje) o en Entrelagos tomar una ruta alternativa digna de recorrer.

Entre Osorno y Puerto Montt hay dos localidades turísticas imperdibles: Frutillar y Puerto Varas, Todo el sur de Chile tiene la impronta de la cultura alemana, que se impone desde la gastronomía hasta la arquitectura, y Frutillar y Puerto Varas son dos ejemplos.

Ambas localidades se encuentran a orillas del lago Llanquihue, custodiadas por el impresionante volcán Osorno. Amerita dormir al menos una noche en alguna de ellas. Tienen una buena variedad de hotelería y restaurantes.

Puerto Montt es una ciudad portuaria. No es tan pintoresca como las otras dos que visitamos en el trayecto, pero tiene lo propio. Además del paseo a orillas del mar, hay que ir al Mercado de Angelmó, ubicado en el puerto. Es un complejo donde conviven decenas de pequeñas “cocinerías” donde se puede almorzar platos típicos, en especial a base de mariscos y pescados de la zona. El recomendado: Chupe de Congrio o Loco o el Salmón en todas sus formas. Si la intención es pagar con tarjeta, preguntar antes de sentarse, algunas sólo aceptan efectivo. Además hay un mercado donde se puede comprar pescados y mariscos envasados al vacío y una feria de artesanías. Ahí sí sólo aceptan efectivo en pesos chilenos. En Puerto Montt también se pueden hacer compras. Hay un shopping que alberga todas las cadenas de tiendas. Es enorme y tiene un patio de comidas donde se puede almorzar o cenar.

La ciudad se encuentra a orillas del Pacífico, aunque en una bahía muy cerrada. Desde allí, más al sur, se recomienda cruzar el canal del Chacao en un ferry a la Isla Grande de Chiloé (un rectángulo de 250 km de longitud por 50 km de ancho), donde se puede visitar sus principales ciudades, Ancud y Castro.

Puerto Varas:

Turismo out-door

También hay excursiones para los que disfrutan de actividades al aire libre. A 50 km de Puerto Varas se encuentra el Parque Nacional Pérez Rosales, el antiguo recorrido de los araucanos y los misioneros jesuitas.

Los grandes atractivos son el lago Todos los Santos y la cumbre nevada del volcán Osorno. Desde aquí también se puede ver el volcán Puntiagudo (2.493 metros), que se cierne al norte, y el monte Tronador (3.491 metros), que marca la frontera con Argentina. La joya de este parque son los saltos del Petrohué, que forman una cascada a través de un cañadón de roca volcánica excavado por la lava.

Se puede hacer trekking por senderos como el de Los Enamorados, el Velo de la Novia, Rincón de Osorno y Desolación, también montañismo, escalada, paseos en bicicleta, kayak de río, barranquismo, pesca recreativa y observación de avifauna como pudúes, pumas y quiques, además de recorrer bosques de canelos, olivillos, arrayanes, ulmos, pitras y coigües.

Valdivia

Hacia el Norte

Desde Osorno hacia el norte, también a la misma distancia (unos 100 km) y por autopista, hay ciudades y paisajes bellísimos para conocer. En esta oportunidad visitaremos Valdivia y Niebla. Valdivia tiene un poco de todo. Grandes tiendas y shopping (más que en Osorno y Puerto Montt), pero también muchos puntos turísticos para visitar.

Es una de las ciudades más grandes del sur. Tiene vida nocturna, restaurantes y cervecerías artesanales. Es paso obligado el paseo de la costanera a orillas del río Calle Calle, que recorre la ciudad. Hay feria de venta de mariscos y algunas artesanías.

A 17 km otro punto de interés es Niebla. El camino es muy angosto y el tráfico complicado, pero vale la pena. Destaca, además de las pintorescas casas a orillas del Pacífico, los restaurantes, los balnearios y el fuerte de Niebla. Fue construido en 1671 sobre un corte del cerro, el terremoto de 1737 arruinó completamente la fortaleza pero fue reconstruida y declarado monumento nacional el 14 de junio 1950.

Precios

Comer en Chile no es tan barato si comparamos con los precios de los productos que conseguimos en las tiendas. El fuerte de los chilenos son los mariscos y pescados,y la pastelería alemana. En Puerto Varas, Puerto Montt, Frutillar y Valdivia se pueden degustar platos regionales (se recomienda cualquier plato de Salmón rosado, congrio o loco)  en restaurantes muy buenos por un promedio de $150 por persona en adelante. Los platos son abundantes.

Para una comida más al paso, en el patio de comidas del shopping, por ejemplo, alrededor de  $70 por persona.

Dormir: se consiguen hoteles 4 o 5 estrellas desde $1200 la noche la habitación doble.  Alojamiento económico desde $500 para dos personas. Si está haciendo frío, consultar en el establecimiento si tiene calefacción, porque como en Chile no tienen gas natural, en general las habitaciones son  frías, a excepción de los hoteles 5 estrellas.

Y si el hotel no es 5 estrellas y ofrece pileta climatizada, pregunte bien antes a qué temperatura está el agua. Muchas veces está a temperatura “ambiente”, o sea, no climatizada.

Fuente: Mariana M. Fernández (AVLA)/ Diario Río Negro/ Suplemento VOY.