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Nunca Más

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia

El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia es una fecha en la que se conmemora y busca mantener vivos en la reflexión y memoria social los tristes acontecimientos producidos en la última dictadura militar con el objeto de tener presente los errores cometidos y las consecuencias terribles que de ellos pueden desprenderse, porque no debemos olvidar esa oscura etapa de la historia argentina.
viernes 24 de marzo de 2017
Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia

El 24 de marzo de 1976 comenzaba en Argentina una de las épocas más oscuras de nuestra historia. En la madrugada de ese día, superiores de las Fuerzas Armadas tomaron el poder a través de un golpe de Estado y derrocaron al entonces gobierno constitucional de Isabel Perón; de esta forma, comenzó una dictadura cívico-militar que duraría hasta 1983.

Este golpe de Estado fue presentado como  Proceso de Reorganización Nacional, con un programa de tres etapas fundamentales: orden institucional, revalorización de la autoridad y consolidación del proceso.

Los años que transcurrieron bajo la dictadura de las Fuerzas Armadas estuvieron signados por una constante violación de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y un terrorismo de Estado que funcionó para el gobierno militar de facto como médula y ánimo social del Estado argentino. Esta modalidad de gobierno de facto y su respectivo modus operandi, a su vez formaban parte de un plan mayor conocido como Plan Cóndor, el cual ya operaba en toda Latinoamérica y funcionaba como coordinación entre las distintas dictaduras que en esos años se habían instaurado en otros países del Cono Sur, entre ellos Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil.

Por Miriam Romero Noiray

"Recuerdo aquellos años… no fui, gracias a Dios ni perseguida, ni desaparecida, ni torturada. Comenzaba mi inocente adolescencia, y poco se sabía de lo que en realidad pasaba, pero sí fui víctima como todos de lo que implicaba vivir en estado de sitio, el toque de queda, calles militarizadas, nombres que no se podían mencionar, libros que no se podían leer, censura… Vienen a mi mente diversos momentos, situaciones que asustaban, como los muertos que veía en el estacionamiento de la comisaría cuando pasaba para ir a la escuela. O los operativos que realizaban “los verdes”, así llamábamos al ejército, cuando irrumpían de repente en algún medio de transporte, o en algún bar, o donde fuera. Una noche, estábamos en un cumpleaños de quince y un grupito de nosotros decidimos dar una vuelta a la manzana, a unos metros de donde estábamos vimos a unos hombres que bajaron de un Falcon, se arrodillaron en la calle, y apuntando con sus armas le gritaban a alguien. No vimos a quién o a quiénes estaban destinadas las amenazas; el pánico se apoderó de nosotros, y comenzamos a correr buscando la protección de la casa donde estábamos. La fiesta continuó hasta que llegaron “los verdes” a suspenderla. Irrumpieron mientras bailábamos, muchos eran, hicieron apagar la música y mandaron a cada uno a su casa. De más está decir que tal irrupción provocó desmayos en algunos, y un gran susto en todos.

Buscaban a todo aquel que pensara distinto y lo hacían de cualquier modo. Hoy les sería mucho más fácil controlarnos a través de las redes sociales o los correos electrónicos, pero en aquel tiempo, en que sólo existían las cartas, parece que se metían en el correo a revisar la correspondencia…nunca recibí una carta cerrada, siempre aparecían abiertas y guardadas en un sobre color marrón.

Se nos formó en aquel tiempo a través del “No te metás”, o “Por algo será”. Se nos cercenó la posibilidad de educarnos para la libertad, porque el mejor modo de someter es a través de una educación que no permita pensar. Se hizo desaparecer a un gran porcentaje de seres de una generación comprometida en la lucha por un país mejor. Se callaron para siempre voces que tenían mucho por decir… Por todo ello, es hora que tomemos conciencia que TODOS somos los responsables del país que tenemos. Que contamos con una valiosa herramienta constitucional, para que se plasmen nuestras ideas, que es el voto. No alimentemos enfrentamientos políticos que puedan llegar a alterar nuestros derechos constitucionales, estemos juntos en el camino por la búsqueda del BIEN COMÚN y  NUNCA MÁS perdamos nuestras garantías constitucionales. Lo que no significa que todos tengamos que pensar igual ni callarnos ante situaciones de corrupción ni injusticia."

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