San Luis cumple 423 años

El poblamiento del actual territorio Argentino se debió a la acción aunque no simultánea, de tres corrientes colonizadoras: La corriente colonizadora del Este, procedente desde España que fundó la ciudad de Buenos Aires y Asunción entre muchas otras. La corriente colonizadora del Norte, procedente del Perú, con el objeto de descargar la tierra por los enfrentamientos entre pizarristas y almagristas, que fundó ciudades por el norte de nuestro país, como Santiago del Estero, Salta, Tucumán, entre muchas otras. Y la corriente colonizadora del Oeste que venía desde Chile, con el objeto de unir Chile con Buenos Aires, y tener más fácil acceso a España, pero esencialmente, buscaban mano de obra de pobladores autóctonos, más pacíficos, dado que en Chile, los araucanos no eran mano de obra apta para los trabajos en las encomiendas. Así se fundaron las ciudades de  Mendoza, San Juan y San Luis.

El gobernador de Chile Martín García Oñez de Loyola, con la intención anteriormente descripta, encomendó al general Luis Jofre de Loaysa y Meneses, que fundara una ciudad en el Valle de la Vera Cruz situado en la Provincia del Conlara. Fue así que el 25 de agosto de 1594 fundó con el nombre de San Luis de Loyola Nueva Medina de Rio Seco. San Luis: en honor al santo del fundador , San Luis Rey de Francia. De Loyola: en honor al gobernador de Chile. Nueva: Por costumbre española al colocar un nombre que ya existe en alguna localidad de su País. Medina de Rio Seco: Por la localidad donde nació el padre del fundador.

Si bien no existe acta fundacional, que certifique su emplazamiento, y de detalles de la fundación, diversas fuentes indican que primero se asentó en el Bajo, donde hoy se encuentra la Colonia Hogar, por su cercanía al agua, requisito indispensable, establecido por las Leyes de Indias; pero precisamente, como era una zona baja,  susceptible a inundaciones, debieron trasladarla al Talar en el año 1643, aproximadamente a una legua al oeste de la ciudad actual, pero como la zona no fue apta para el sustento de los pobladores, en 1689, se la reedificó en donde hoy se encuentra la plaza de la Independencia, entre las calles 9 de Julio, 25 de Mayo, San Martín y Rivadavia.

“San Luis ofrece al viajero el cálido aroma de sus tradiciones y esa placidez fecunda que parece descender de la serranía para fortalecer el espíritu, nutriéndolo con la savia telúrica de una estirpe heroica y sencilla, acostumbrada a crecer en soledades y silencios. Perdida en el tiempo la fecha de su fundación -aunque fué en 1594 cuando el general Luis Jofré hizo flamear por tres veces el pendón real sobre la tierra recién bautizada- la ciudad de la Punta sintió siempre el escozor del camino que, como una flecha, hería sus carnes por el Oriente y el Poniente, sustentando su desvelo con la vibración de una dinámica urgida de progreso. De cara al desierto, soportó el huracán de los malones y se asomó a las pampas neblinosas de misterio, en galopes interminables donde, más que el trébol, verdeaba la esperanza. Conmovida por el reclamo de la patria, abrió al par que la mano el corazón. Y mientras se desangraba soñando con el sol de la libertad, la Historia escribió sobre su escudo el mote señero: LEAL Y GENEROSA. “ Texto del historiador puntano, Urbano Nuñez,