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Camino a la santificación

Miles de fieles participaron de la Beatificación de la Madre Catalina

Córdoba: En una ceremonia multitudinaria, primó el fervor de los jóvenes por la monja; en mayo, el Vaticano le reconoció la milagrosa recuperación de una mujer gracias a su intercesión en 1997. En la celebración litúrgica también participó el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.
domingo 26 de noviembre de 2017
Miles de fieles participaron de la Beatificación de la Madre Catalina
Foto: La Nación
Foto: La Nación

La cordobesa Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, fue declarada beata este sabado en Córdoba, en una multitudinaria ceremonia religiosa presidida por el enviado del papa Francisco, el cardenal Ángelo Amato, en la que participó la vicepresidenta Gabriela Michetti.

Cerca de 50.000 fieles provenientes de Argentina, África, Chile y España entre otros países, además de 380 descendientes de distintos vínculos de la Madre Catalina partciparon de la ceremonia litúrgica que se realizó en el predio del Centro Cívico del Bicentenario Brigadier General Juan Bautista Bustos, en el centro de la capital cordobeza.

El enviado del papa Francisco, cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano, leyó el decreto de beatificación y la Carta Apostólica que con fecha 18 de noviembre último firmó el Papa, en la que pide que "sea llamada beata de ahora en adelante" y que su fiesta se celebre el 27 de noviembre de cada año.

En el texto Francisco destaca la figura de la beata, cuyo nombre era Josefa Saturnina Rodríguez de Zavalía, como "un ejemplo ardiente del amor a Cristo y del servicio a los hermanos más necesitados".

En su homilía, Amato ponderó "la vida activa dedicada a la evangelización" de la religiosa cordobesa: "La Iglesia se construye con mujeres como la beata Catalina y con hombres como el Santo Cura Brochero", destacó en referencia al "Cura Gaucho" cordobés José Gabriel del Rosario Brochero que fue santificado el año pasado. Ambos emprendieron acciones evangelizadoras conjuntas en la zona cordobesa de Traslasierra.

Antes de su declaración como beata, la madre general de la congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, María Silvia Fiorentino, realizó una semblanza de la religiosa y resaltó su actitud "transgresora" para "superar obstáculos insalvables" en su época y alcanzar objetivos en una sociedad de hombres.

Por su parte, Michetti calificó como "una gran alegría y una gran bendición que Argentina tenga una beta más" en declaraciones a la prensa.

"Hoy más que nunca hay que pedirle que nos ayude y nos ilumine para ver cómo podemos hacer para que se encuentre al submarino" ARA San Juan, "saber lo que pasó y que podamos consolar a los familiares", añadió.

El gobernador de Córdoba, Juan Shiaretti, destacó su "felicidad" por poder "vivir y compartir este momento en tierra de nuestro Santo Cura Brochero y de nuestra querida beata Madre Catalina", y se manifestó con fe ante la posibilidad de una futura "santificación".

Schiaretti destacó la lucha de la religiosa al sostener que "en aquellos años había que animarse a ser mujer y fundar instituciones" como la primera congregación de mujeres.

De la celebración litúrgica también participaron el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; el secretario de Culto de la nación, Santiago Estrada; el anfitrión local arzobispo de Córdoba Juan Carlos Ñáñez y sus pares Estanislao Karlic (Paraná) y Luis Villalba (Tucumán), junto al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Ojea, y autoridades religiosas, políticas.

Rodríguez de Zavalía, posteriormente Madre Catalina de María, nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823, donde actualmente funciona la congregación local en el barrio General Paz, y falleció el 5 de abril de 1896.

El proceso de beatificación comenzó el 16 de agosto de 2012, a partir de las pruebas del milagro que se adjudica a la Madre Catalina de interceder en la sanación de la docente tucumana de 60 años, Sofía Acosta, el 22 de abril de 1997, cuestión que fue corroborada por el Vaticano mediante decreto papal el 4 de mayo de este año.

De acuerdo a los datos de la causa de beatificación, Acosta había sufrido una muerte súbita y en una clínica le realizaron varias maniobras de reanimación sin resultados, por lo tanto los médicos declararon oficialmente la muerte biológica de la mujer.

Mientras los familiares le pedían a la Madre Catalina por su vida, rogaron a los facultativos que insistieran con la reanimación y a los pocos minutos se pudo recuperar la actividad cardíaca. Actualmente, la mujer está con vida y a punto de cumplir 80 años.

Fuente: DyN

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