viernes 29 de marzo de 2024
25.2ºc Merlo, San Luis

Villa de Merlo

Se recupera el menor herido con arma blanca y su agresor se negó a declarar

El joven de 17 años había sido apuñalado por un amigo el sábado por la mañana, en el barrio El Rosedal de la Villa de Merlo. El agresor, acusado de "tentativa de homicidio", continúa detenido y se abstuvo a declarar. Se conocieron los detalles que desencadenaron en el violento episodio.
martes 12 de diciembre de 2017
Se recupera el menor herido con arma blanca y su agresor se negó a declarar

Rodrigo Ezequiel Aguirre estaba encarnizado. Sus amigos declararon que había buscado pleito en un bar de Merlo y que, cuando regresaban a sus hogares, se trenzó en lucha con un joven y luego amenazó con pelear con otro. Fuera de sí, en la última parte del trayecto hacia el barrio El Rosedal rompió a puñetazos la luneta de un auto y luego la vidriera de un comercio, y como si fuera poco, agredió al hombre con el que había compartido la salida porque éste lo obligó a hacerse cargo de los daños. Finalmente, su locura lo llevó a la terapia intensiva del Hospital San Luis porque su amigo, Ricardo David Pérez, terminó apuñalándolo. El agresor está detenido en Concarán, acusado de tentativa de homicidio. Ayer se negó a declarar.

El jefe de la Comisaría 42ª de Merlo, subcomisario Jorge Bustos, no tiene referencias de que Aguirre, de 17 años, haya pasado por su seccional por riñas o disturbios, aunque luego de los testimonios que recabaron estiman que es un chico conflictivo.

El adolescente vive con su padre en el barrio 272 Viviendas, en el extremo oeste de la Villa, pero el viernes a la noche fue hasta la casa de su abuela en el barrio El Rosedal para arreglar su moto junto a Pérez, que tiene 30 años y vive frente a la vivienda de la mujer.

Según declaró Eva Mansilla, su nieto llegó cerca de las 20:30, se cruzó a lo de su vecino y no supo de él hasta las 7:30 del sábado, cuando escuchó una fuerte pelea en la calle.

Aldana Ortiz, novia de Pérez, dijo que Aguirre, un sobrino del agresor y ella habían comido pizza y bebido cerveza mientras arreglaban la moto del herido, hasta que, cerca de las cuatro de la mañana, fueron a dar una vuelta al centro y se instalaron en un bar sobre Avenida del Sol. Cerca de las siete, cuando emprendieron el regreso, el adolescente peleó con otro chico al que golpeó varias veces en el piso.

Luego pasaron por un negocio, compraron vino y gaseosa y siguieron camino hasta que, otra vez, Aguirre estuvo a punto de pelearse con un grupo de chicos, aunque un hombre intervino y esa riña no se concretó.

Visiblemente enojado porque lo habían derrotado en la pelea anterior, Rodrigo rompió a puñetazos un vidrio del Volkswagen Polo de Aldo Gaspar Nacif, estacionado en calle El Ceibo al 800, y luego, la vidriera de un comercio vecino a lo de Nacif, propiedad de María Andrea Garay, una mujer que vive en Tilisarao.

Rastros de sangre

Marquesa Pérez, madre de hombre detenido, contó que la despertaron los gritos de su hijo, que le recriminaba a Aguirre los daños que había provocado. Cuando se levantó a verlos, el adolescente sangraba mucho de los antebrazos porque se había cortado con los vidrios, así que ella y Ortiz le lavaron las heridas y lo vendaron con pedazos de sábana.

“En ese interín, Nacif se llegó a la vivienda porque había averiguado entre vecinos quiénes le habían roto el auto. Al parecer, Pérez no dudó en decir que había sido Aguirre y éste se enfureció”, comentó Bustos.

No obstante, el chico le entregó su moto a Nacif para enmendar la rotura de la luneta del Polo. El hombre, que también declaró en la Policía, dijo que aceptó llevársela porque el joven estaba muy agresivo.

Rodrigo, que había dejado rastros de sangre por toda la casa de los Pérez, comenzó a golpear a su vecino, que, según su novia y su madre, no se defendió pero sí se las arregló para sacarlo a la calle.

Carla Suardi, tía de la víctima, logró llevarlo hasta lo de su abuela, pero fuera de sí, y vociferando “éste me las va a pagar”, el chico se le zafó, saltó las rejas y fue nuevamente hacia lo de Pérez, que terminó apuñalándolo dentro de la casa luego de que agrediera a su madre y su novia.

Se recupera

Aguirre caminó unos 15 metros y se desplomó en una de las veredas de calle Rosa Salvaje. Una ambulancia del Sempro lo trasladó al Hospital de Merlo pasadas las 9, pero la gravedad de sus heridas motivó que lo trasladaran a la capital.

Desde el juzgado Multifuero de Santa Rosa del Conlara oficiaron al médico forense Ricardo Torres, para que diera un panorama de las lesiones. “Recibió dos puñaladas, una en el estómago y otra en el pecho. La primera le perforó el intestino y le comprometió el colon, por lo que tuvieron que operarlo y colocarle una sonda. La segunda le perforó un pulmón y por centímetros no le tocó el corazón”, refirió una fuente del juzgado. “Las características de las heridas hicieron que recaratuláramos el hecho como una tentativa de homicidio y no como lesiones graves”, explicó.

Pérez, que se entregó en forma voluntaria la misma mañana del hecho, se sentó ante el juez Jorge Pinto ayer al mediodía, pero por recomendación de la defensora oficial, Luciana Paola Banó, se abstuvo de declarar y seguirá alojado en la alcaidía de la Unidad Regional III.

Mientras, Aguirre se recupera en una sala común del Hospital San Luis, tras pasar dos días en terapia intensiva. "Lo sometieron a una operación el día que ingresó porque tenía hemorragias internas que debieron ser controladas. Ahora está estable y compensado", informó anoche el director del centro médico, Leonel Anello.

 

 

Nota: El Diario de la República

Foto: El Corredor Noticias

Te puede interesar
Últimas noticias