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La Esperanza

El nieto y sobrino de las víctimas es el principal sospechoso del crimen

Tiene 24 años y está demorado en Río Cuarto. La Policía trabaja a contra reloj para hallar elementos que lo vinculen al doble homicidio y que el juez Leandro Estrada pueda ordenar su detención.
jueves 17 de enero de 2019
Foto: Juan Galli/El Diario de la República

De medios periodísticos cordobeses y de fuentes policiales puntanas trascendió el dato de que el joven de 24 años demorado en la ciudad cordobesa de Río Cuarto habría confesado el homicidio de su abuela, Mirta Reich, y de su tío, Alexander Aime, en la estancia “La Esperanza”, cerca de Juan Llerena. Pero lo que haya dicho ante los efectivos que lo apresaron no tiene validez legal hasta que lo declare ante un juez, en este caso Leandro Estrada, juez Penal de Villa Mercedes. Y eso es algo que podría suceder en las próximas horas, ya que la Policía puntana ultima detalles para trasladarlo a San Luis con la firme sospecha de que hay elementos que lo vinculan al doble homicidio, descubierto este martes a la madrugada.

El jefe de la Unidad Regional II de la policía puntana, el comisario general Oscar Contrera, confirmó la demora del nieto y sobrino de las víctimas y dijo que es un joven nativo de Río Cuarto y con domicilio en esa ciudad, igual que las personas asesinadas.

Fue la madre de ese joven la que alertó a la Policía cordobesa de que algo había sucedido en la estancia de sus parientes, el martes a la madrugada. Tras pedir colaboración a sus pares de San Luis, efectivos de la Subcomisaría 7ª y bomberos fueron hasta la estancia, ubicada a unos 12 kilómetros de la autopista 55, a la altura del kilómetro 804, y hallaron dos cuerpos calcinados e irreconocibles.

La casa principal del campo había sido incendiada con el cuerpo de Reich, de 70 años, adentro y las llamas alcanzaron a consumir el 95% de la vivienda antes de que llegaran las autoridades, refirió Contrera.

El cuerpo de Aime, de 45, estaba a unos 100 metros de la vivienda, también quemado.

Según supieron los investigadores, el sospechoso, que vivía y trabajaba en la estancia, tomó la camioneta Toyota Hilux de Aime, condujo 140 kilómetros hasta su casa materna en Río Cuarto y le dijo a la mujer que había escuchado disparos en “La Esperanza” y que, aterrado, había manejado hasta allí.

Si bien es una historia sobre la que deberá indagar Estrada, los investigadores adelantaron que habría varios cabos sueltos en esa coartada.

La principal hipótesis es que las víctimas fueron fulminadas con un arma de fuego que aún no fue hallada y luego quemadas con gasoil para, quizás, borrar huellas. Si bien aún no está establecido el móvil del crimen, hay fuertes sospechas de que pueda deberse a una cuestión económica, ya que “La Esperanza” estaría valuada en unos siete millones de dólares.

 

Fuente: El Diario de la República

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