Trabajan en acciones de prevención para la rabia paresiante

Un nuevo caso de rabia paresiante fue confirmado en el noreste de San Luis, en el paraje Las Palomas del Departamento Junín, donde murió una vaca de raza Hereford. La confirmación llegó el lunes de parte del laboratorio de zoonosis del Instituto Luis Pasteur, de Buenos Aires.

A sólo 15 días del último caso, en el paraje Tilquicho (Córdoba), el sistema sanitario tuvo que ponerse en alerta nuevamente. “Es otro foco, distinto al último diagnosticado, porque se dio a 29 kilómetros de distancia”, explicó Oscar Cheratto,  jefe del Subprograma Producción Pecuaria, quien aclaró que “ya empezamos con las acciones concretas, como vacunar en un radio de 10 kilómetros a la redonda de este nuevo caso. Vamos a aplicar la dosis antirrábica a todos los animales susceptibles, que son los de sangre caliente, y repetir el procedimiento a los 21 días”.

Si bien es un foco distinto al de Córdoba, hay superposición con el área respecto al que apareció el año pasado en cercanías de Santa Rosa del Conlara. Debido a que en octubre de 2019 el Ministerio de Producción en conjunto con el ente sanitario realizaron una campaña de vacunación en la zona que incluyó a perros, gatos y vacunos, no es necesario vacunar a dichos animales nuevamente, por lo que el problema se acota.

“Es un situación que también es del interés del Ministerio de Salud porque la rabia se transmite a los seres humanos, aunque es muy raro que esto pase desde un vacuno”, aclaró Cheratto, quien confirmó que ya se pusieron en marcha para aplicar el protocolo: “El centro ganadero está notificando a las personas que viven en el radio del foco, difundiendo sobre la obligatoriedad de la vacunación”.

Las aplicaciones incluirán a los bovinos, equinos, caprinos, ovinos, perros y gatos, todos animales de sangre caliente. “El personal afectado a las tareas ya está inmunizado”, agregó el funcionario.

Las recomendaciones que brinda el Ministerio de Producción son que ante la presencia de síntomas compatibles con la enfermedad hay que dar aviso a los profesionales, no manipular animales que pueden llegar a estar enfermos. “Los síntomas son claros, se ponen apáticos, se aíslan, sufren parálisis, convulsiones, a veces se muestran agresivos y tienen dificultades para tragar”, describió Cheratto, quien informó además que “el diagnóstico clínico sólo se confirma por laboratorio. Debe trabajar personal capacitado, con normas de bioseguridad”.

Como mañana hay una reunión de la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) en su modalidad técnica en Villa Mercedes, en el orden del día colocaron en forma prioritaria el tratamiento de la rabia para poder aplicar las mejores estrategias de prevención y atenuar los riesgos.

Nota y foto: Prensa Ministerio de Producción.