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Dos Cristos en cuarentena

Las dos fiestas máximas de la fe sin público y con misas que podrán seguirse por internet

Renca y Villa de La Quebrada, dos localidades que históricamente gozaban a la hora de recibir a miles de fieles, este año debido a la pandemia realizarán sus oficios religiosos a puertas cerradas y sin multitudes.
sábado 02 de mayo de 2020
El Cristo de Renca.

En época de prevención para evitar la expansión del coronavirus, los sanluiseños vivirán las fiestas en honor al Cristo de la Quebrada y al Divino Señor de Renca en modo virtual. Ambas misas patronales serán el domingo 3 de mayo, presididas por el obispo Pedro Martínez, pero a puertas cerradas.

Consultada la Intendenta de Renca Romina Peralta sobre su sentir en esta ocasión, manifestó que el domingo a las 10 horas se verá en vivo la misa presidida por Monseñor Martínez por Canal 13 de San Luis, canales de cable, y vía streaming, redes sociales y diferentes medios de San Luis que tomarán la señal; y a las 14 se retransmitirá por la TV Pública.

“Cuando todo pase haremos una misa especial para que los devotos puedan venir y tomar gracia físicamente, como siempre lo han realizado y sobretodo, como lo necesitan; el Divino Señor de Renca es tan milagroso…”.


Se va a ir coordinando al terminar la cuarentena. “Por suerte la gente ha respetado lo dispuesto y no ha intentado ingresar al pueblo viniendo como siempre caminando desde otros pueblos para cumplir promesas continuó la intendenta. Ayer se hubiera esperado la tradicional Caravana de la Fe, que cumple 40 años uniendo Villa Mercedes y Renca, como parte de la tradición religiosa, nucleando cada vez más adeptos. Y también se esperaba la bicicleteada 'Uniendo los Cristos', cuyo pelotón parte de Villa de La Quebrada pasando por La Punta, Juana Koslay, Saladillo, La Toma, Naschel y Tilisarao en su tercera edición", agregó la intendenta.


Luego de la misa siempre se realizaba la tradicional procesión con la Imagen del Divino Señor de Los Milagros, como así también en Villa de la Quebrada y el imperdible paseo por los innumerables puestos en ambas localidades. Esta vez, lo que en ambos lugares era ya una marea humana, está desierto.

 

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