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Santa Rosa del Conlara

Abraham Sirur Flores el último caudillo de Santa Rosa y del Valle del Conlara

Nada más justo en esta fecha tan importante para Santa Rosa del Conlara, que recordar a uno de sus habitantes más ilustres, que aunque no nació allí, vivió gran parte de su vida en ella y cumplió una destacada función para la comunidad, don Abraham Sirur Flores.
martes 07 de julio de 2020
Abraham Sirur Flores el último caudillo de Santa Rosa y del Valle del Conlara

Los orígenes de Santa Rosa son  anteriores a la fecha que se considera la fundación formal, es decir el 7 de julio de 1858, sin embargo al igual que sucedió con las visitas del Gobernador de San Luis, Justo Daract a Villa Larca (22 de junio) y a Concarán (25 de junio), la llegada del Gobernador el 7 de julio posibilitó la demarcación del lugar y mediante el encargo al Juez de Paz, Nicasio Ontiveros, la distribución de tierras en forma gratuita, con la obligación de asentarse en el lugar y construir sus viviendas, este acontecimiento sin lugar a dudas facilitó el desarrollo de esta localidad.

Por Ordenanza N° 3 del Concejo Deliberante a partir del 1 de enero de 1974  se incorpora el nombre del río que es uno de los atractivos de la zona, pasando a ser denominada “Santa Rosa del Conlara”, por decreto 2939 de fecha 2 de septiembre de 1974 el Gobernador Elías Adre ratifica la Ordenanza municipal.

Nada más justo en esta fecha tan importante para Santa Rosa del Conlara, que recordar  a uno de sus habitantes más ilustres, que aunque no nació allí,  vivió gran parte de su vida en ella y cumplió una destacada función para la comunidad, don Abraham Sirur Flores.

David Sirur Flores y Mercedes Jacobo eran inmigrantes de origen sirio, que al igual que muchos de sus compatriotas decidieron abandonar su patria y encontrar una nueva vida en la Argentina. Iniciaron una actividad comercial en Santiago del Estero, y luego en Córdoba, donde nace, su hijo  Abraham Sirur Flores el 20 de diciembre de 1911, años más tarde en la década del veinte, la familia se instala en El Talita , abriendo un almacén de ramos generales, poco tiempo después siendo Abraham muy joven, muere su padre, y la familia en 1936 se instala en Santa Rosa del Conlara, donde comienzan con un emprendimiento comercial denominado “Flores Hermanos”, en la esquina de Pringles e Hipólito Yrigoyen.

Abraham contrae matrimonio con Nisa Srur, siendo sus hijos Edhit María,  David (fallecido a los 10 meses), Olga Esther, Rubén (fallecido al nacer), Carlos Daniel y Sandra Cecilia

En la atención del negocio de ramos generales, propiedad familiar, ya comenzó don Abraham a conocer los problemas de  la comunidad y a trabar con los vecinos una relación especial, que no lo abandonaría durante todos los años en que se dedicó a la actividad política

Al momento de surgir el Peronismo, Abraham comienza a militar en sus filas, y a partir del 1 de marzo de 1946 es designado mediante Decreto Provincial,  Comisionado Municipal, en reemplazo de su hermano Julio (quien se postularía como Diputado Provincial por el departamento Junín). Abraham desempeñaría el cargo hasta 1948 ante  la convocatoria a elecciones, por parte del Gobernador Ricardo Zavala Ortiz, y en la que resultaría electo como Intendente Municipal, José Moroni. En esa misma elección por primera vez se votaba al Concejo Deliberante de Santa Rosa, y el mismo estuvo integrado por Abraham Sirur Flores, Santiago Mortensen, Ricardo Morán, Juan Carlos Chaher, Eleodoro Esley, Mariano Rodríguez, Mario Noe Esteves Liceda y Roque Sánchez. Abraham fue designado Presidente del Concejo Deliberante.

José Moroni al poco tiempo, tuvo que soportar fuertes enfrentamientos con la bancada del Partido Demócrata Liberal, que le cuestionaban incompatibilidad con sus funciones, por tener intereses personales con la Empresa de Energía Eléctrica, que en esos años, era privada. Renunció entonces a su cargo de Intendente y el Concejo no se la aceptó. Pero los problemas continuaron y entonces esta vez, lo hizo de manera indeclinable. Abraham en su carácter de Presidente del  Concejo Deliberante, se hace cargo  del Ejecutivo Municipal, a partir del 22 de diciembre de 1948 y hasta 1950

De su gestión al frente de la comuna podemos mencionar: la  colocación de las baldosas  de la plaza principal del pueblo,  a la cual además  se le quita el alambre perimetral, la adquisición del primer camión regador para la calle, colocación  de la báscula municipal, y la compra del terreno para la instalación del agua potable, obra que se concretaría por iniciativa de su hermano, Julio Sirur Flores, Diputado Provincial, a través de la Fundación Eva Perón. Se amplió el cementerio municipal, se abrieron calles etc. Luego de terminar sus funciones retorna a su actividad comercial, y en 1952  se independiza de la sociedad familiar   y abre una tienda y almacén de ramos generales, frente a la plaza, años más tarde se dedica a la fabricación de gorras.

En forma paralela a su labor comercial, se dedicaba a  colaborar en la actividad política pero sin ocupar cargos, y al producirse los golpes de estado de 1955 y 1966  trabajará en la clandestinidad junto a sus compañeros de lucha, debido a  la proscripción a que su partido estaba sometido, le impedía hacerlo de otra manera, allí demostró su sentido de la amistad y la solidaridad, cuando visitaba en su residencia en Cortaderas, al General Franklin Lucero, que debido a las persecuciones a la que fue sometido con la Revolución Libertadora, estaba pasando dificultades económicas.

Gilberto Zavala, destacado dirigente político de Concarán, quien  militó  durante muchos años con Abraham, lo destaca de esta manera:   “Fuerte comerciante local, siempre puso de manifiesto su sensibilidad social, traducida en sus permanentes acciones solidarias hacia los humildes y familias carenciadas, especialmente a través de las constantes visitas que realizaba a los parajes vecinos como Punta del Agua, Los Lobos, Las Chilcas etc, a donde llegaba con mercadería y ropas para entregar a los más necesitados. Alojado en su Quinta en Cortaderas, luego de recuperar su libertad el General Lucero, solían concurrir Don Abraham y Elías Adre allí para asistirlo en lo que necesitara. Los 18 años de proscripción del Peronismo, no fue un período pasivo políticamente para don Abraham, que a pesar de  las prohibiciones y persecuciones, estaba presente en todo acto, y esta actividad casi siempre clandestina, la realizaban solamente los dirigentes peronistas de la mayoría de los pueblos del Valle del Conlara y del Noroeste de la Provincia, mientras los dirigentes de la ciudad de San Luis y Villa Mercedes permanecían en silencio en una cómoda actitud de no participación.

Al retornar la Democracia, Abraham es uno de los artífices de la llamada “Liga del Norte” que surge  con la intención de hacerse fuerte ante las pretensiones de siempre de los dirigentes sanluiseños y mercedinos, la misma tenía como máximos dirigentes a Sinibaldo Franco por Departamento San Martín, Elías Adre por Chacabuco y Abraham Sirur Flores por Junín, la muerte repentina de Franco, deja a Adre como el más firme postulante a Gobernador, y a Abraham Sirur Flores como candidato a  Diputado Provincial por el Departamento Junín. Las elecciones dan la victoria al Justicialismo y así Elías Adre es electo gobernador de San Luis y Abraham Sirur Flores, Diputado Provincial, cargo que desempeñaría hasta el golpe de estado de 1976.

En su gestión como diputado podemos mencionar el proyecto de construcción de la nueva ruta 1 bordeando la costa serrana, que fue comenzada en la gestión de Elías Adre, interrumpida después y finalizada en la gestión de Adolfo Rodríguez Saa, y el proyecto de creación de la Tercera Circunscripción Judicial, medida que se vería concretada en el gobierno de Elías Adre, con su radicación en Concarán, y además logró la edificación de la hostería provincial en Santa Rosa.

Luego del golpe de Estado, nuevamente lo vemos a don Abraham demostrando su profundo sentido de la amistad y la solidaridad, visitando primero a Elías Adre en la cárcel de Magdalena, y luego arriesgándose, como recuerda su hija Olga, a visitar a su amigo mientras tenía arresto domiciliario, con el riesgo que  esa situación traía aparejada para su persona. También en esa ocasión se encargó de ayudar económicamente y juntar fondos para su amigo que estaba pasando una penosa situación económica.

Sin temores, y privilegiando su defensa por los Derechos Humanos,  a pedido de un grupo de padres de Villa Dolores, cuyos hijos estaban desaparecidos, viajó a Buenos Aires, y se entrevistó con integrantes de la  Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la O.E.A. Esta Comisión tenía el propósito de recoger testimonios de las víctimas del terrorismo de estado.

En las elecciones realizadas el 30 de octubre de 1983 integró la lista de electores en del Partido Justicialista en segundo término  de Presidente y Vicepresidente apoyando a la fórmula integrada por Italo Argentino Luder y Deolindo Felipe Bittel, integrando como resultado de dicha elección el Colegio Electoral en la Provincia de San Luis, que le otorgó 8 electores a Raúl Alfonsín y 6 a Italo Luder.

De profunda vocación democrática y demostrando su respeto por sus circunstanciales adversarios, luego de un triunfo electoral  manifestó lo siguiente: “Vaya mi primer saludo  para  nuestros amigos radicales. El triunfo no nos da derecho a cometer abusos…por eso les pido prudencia y respeto para nuestros ocasionales adversarios, porque ellos también son argentinos y tenemos obligación de respetar sus ideas. Desde hace más de cuarenta años, he venido luchando por una causa, que es la causa de los humildes; y estoy dispuesto a quemar los últimos años o días que me queden de vida, por esa causa, que es la causa del Pueblo y de Perón”.    

Al crearse la Cámara de Senadores de la Provincia, se postuló como candidato a Senador por el Departamento Junín, siendo electo para el período 1987-1991, durante ese período gestionó la construcción en Santa Rosa de una senda peatonal desde el paso a nivel hasta la escuela 398, la construcción de una Avenida de Circunvalación en el Balneario de Santa Rosa, la sala de primeros auxilios en Los Cajones, la electrificación rural a parajes cercanos, además de conseguir subsidios para escuelas e instituciones de la zona.

Abraham Sirur Flores muere en Buenos Aires el 27 de mayo de 1996 en el Sanatorio Otamendi, donde había sido traslado por su estado de salud, a los 84 años de edad.

El periodista Juan Carlos Christiansen lo recuerda  de esta manera: “él era la magia de hacer política, la virtud innata de quien había nacido para eso, no habría ni escuela de adoctrinamiento, ni universidad que pudiese inculcarle a un sujeto tamaña habilidad…Llevaba regalos para los chicos y las mujeres, pero obsequios de verdad, que él mismo había confeccionado en su taller, lejos de transformarse en dádivas eran presentes que los hacían sentir muy bien porque no humillaban a la gente….Con él se ha ido una parte de la historia del Valle del Conlara…”

Julio Falco en entrevista realizada por Olga Altamirano define política y humanamente al gran caudillo de Santa Rosa: “Fue el hombre más humano que haya visto haciendo política. Fue un adversario político ejemplar, que no se prestó a las luchas hirientes del poder. Era respetado porque jamás agredía. Sabía hacer política. Fue un hombre comprometido con su pueblo”

Miguel Postiguillo, (Intendente de Santa Rosa de 2011 a 2019) lo describe de la siguiente manera: “Fue un político por antonomasia de épocas donde no se estudiaba el discurso, la postura, lo gestual, poseía carisma, inteligencia, habilidad y picardía, que lo convertían en un líder natural. Supo marcar el tiempo de una parte de la historia del pueblo y del valle, querido, respetado, criticado. Más allá de lo generacional, lo traté, amigo de mi familia, colega, comerciante, adversario político con quien teníamos un trato cordial, afectuoso como debe ser, y en las elecciones nos queríamos ganar, por supuesto, pero al otro día, éramos los mismos. Creo que hoy faltan estos modos de hacer política, esos hombres. Siempre estará en el anecdotario  de todos los que compartimos la vida institucional del pueblo”.

Al morir Juan Domingo Perón en 1974, quizás proféticamente, Abraham  manifestó “Ahora el Partido se llenará de malandras”. Y es que sin lugar a dudas, con Abraham Sirur Flores se fue uno de los últimos caudillos políticos del siglo XX, un hombre que veía la política como una actividad destinada al servicio de la gente, y no un trampolín para satisfacer intereses personales y obtener lucros económicos.

JOSE MARIO COSTAMAGNA 

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