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24 de septiembre

Patronales de Villa Larca: Orígenes de la Iglesia "Nuestra Señora de la Merced"

La comunidad católica celebra este este jueves el Día de Nuestra Señora de la Merced, patrona también de Villa Mercedes y Punta del Agua. En esta nota, José Mario Costamagna hace un recorrido por la historia del templo larquence.
jueves 24 de septiembre de 2020
Patronales de Villa Larca: Orígenes de la Iglesia "Nuestra Señora de la Merced"

Al tener lugar, hoy 24 de septiembre, la festividad de la Virgen de las Merced, Patrona de Villa Larca, Villa Mercedes y Punta del Agua, es buena ocasión para recordar los orígenes de la iglesia de Villa Larca.

 

Nuestra Señora de la Merced

No se sabe con certeza la época exacta en que la localidad de Villa Larca, tuvo una iglesia, la primera referencia al respecto parte del testamento otorgado por Narciso Sosa el día 21 de enero de 1750, quien en uno de los párrafos expresa: “Mando que cuando la voluntad de Dios nuestro señor fuere servido de llevarme de esta presente vida para la otra, que mi cuerpo sea sepultado en esta presente Capilla de Nuestra Madre de la Merced con la asistencia de mi reverendo padre Teniente de Cura con Cruz alta, misa cantada de cuerpo presente. Declaro así para que conste”; esto permite suponer que hacia esa fecha existía una capilla seguramente de carácter bastante precario.

Otra prueba al respecto lo constituye el informe de una visita realizada por Juan Justo Rodríguez quien manifiesta que: "la capilla de Larca no solamente está ruinosa sino absolutamente indecente para celebrar..." y termina manifestando al padre Juan Francisco Regis Becerra lo siguiente: " ... se entreguen ciento ochenta y dos pesos al Cura Juan Becerra para que haga componer la Capilla de Larca poniéndola en estado de celebrar con decencia, exhortando a los fieles a que concurran con algunas limosnas, y si de la expresada cantidad hubiese algún sobrante lo invertirá en aquellos ornamentos más precisos...".

En otra parte de su testamento Sosa determina: “...Declaro media legua de tierras con su monte de durazno poco más o menos trescientos lo cual le dedico parte mi mujer lo cual dichas tierras como mías que son edifique una capilla lo cual la dejo en primer cabeza a mi mujer y después para mi hija e hijo que estuvieren. Declaro así para que conste que dicha capilla si Dios me da la Salud, tengo ánimo de edificarla y si falleciese lo dispondrá mi mujer...”.

 

Antigua Iglesia de Villa larca- Familia Andreotti

El 18 de marzo de 1842 recién se concretaría el sueño de don Narciso Sosa, al construirse el templo, el sacerdote Mallea en carta enviada al entonces gobernador de San Luis, Pablo Lucero expresa lo siguiente: “... quedó solo un pedazo de afuera sin el revoque fino por haberse enfermado el Maestro Santiago, el que actualmente se halla gravemente enfermo de la garganta Más todo el cañón de la Iglesia está perfectamente concluido sin faltarle más que el blanqueo pues ya se ha dicho misa en él. Más todo ello será allanado, para la colocación del Templo (que puedo asegurar a V.E. que después del templo de Piedra Blanca no hay en la campaña otro mejor y es de suma necesidad que se forme una placita.)”.

En mayo de 1917 la Iglesia era Vice parroquia de Renca. En su carácter de Obispo de Cuyo, Monseñor Orzali visita la localidad administrando comuniones, confirmaciones e incluso matrimonios, y un año después designa para atender la capilla de Larca como presidente al Cura párroco, vicepresidente a la Sra. Eduvigis S de González, como tesorero a Braulia Méndez de Fernández y secretaria Juana Palacios.

 En julio de 1943 la iglesia se derrumba, no se sabe con certeza cual fue el motivo, sumándose al parecer diversas causas, un fuerte temporal de nieve que comienza a producir grietas, y unos arreglos que se estaban realizando consistentes en achicar las paredes de la Iglesia, lo que ocasiona en definitiva su caída.

 

Iglesia derrumbada

Un vecino destacado de la localidad, Tomás Aquino Villegas, en una entrevista realizada por Alfredo Ferretti recuerda: “la capilla era toda de adobe y paredes muy anchas. Las vigas que sostenían el techo eran de algarrobo, lo mismo que las puertas, era pequeña, angosta y larga, tendría unos 6 metros de ancho por 18 m de largo, para hacerla un poco más grande se decidió hachar por dentro las paredes, eso hizo que se debilitara y un día se desplomó”.

A su vez doña María Elvira Funes de Muñoz, una incansable mujer que trabajó toda su vida en esta localidad, también entrevistada por Alfredo Ferretti dice: “.... las paredes se rajaron y cuando se trató de arreglarla se sacó la parte del coro que era de madera, y al sacarlo las paredes se abrieron, recuerdo muy bien esa vieja capilla porque allí hice mi primera comunión”.

El 26 de julio de 1943 la Comisión Pro Templo de Villa Larca mediante su presidente Pabla de Baigorria comunica al Obispo de San Luis, Monseñor Pedro Dionisio Tibiletti, la noticia del derrumbe de la iglesia, entre otros conceptos manifiesta "...la construcción de un nuevo templo representa una suma de dinero que el pueblo creyente pero pobre no puede reunir sin la cooperación y ayuda de S.S. a quien recurrimos en estos momentos de congoja espiritual con la fe en Dios creyendo que pronto si S.S. nos ayuda podremos venerar en su nuevo templo a Nuestra Señora de la Merced". Inmediatamente Monseñor Tibiletti se comunica con el Cura de Renca para que tome las medidas necesarias para conservar las cosas de la Iglesia.

El pueblo de Villa Larca se propone lograr la reedificación del templo, el 11 de agosto de 1943 en una asamblea vecinal queda constituida la Comisión Pro - edificación del Templo Nuestra Señora de la Merced integrada por Miguel Baigorria (Presidente), Leontes Carmona (Vicepresidente), Juan Francisco Alvarez (Secretario), Nicasio Brandana (Prosecretario), Tomás Aquino Villegas (Tesorero), Lino Brandana (Protesorero), Gerardo Guiñazú y Regalado Lucero (Revisores de Cuentas), Francisco Mansilla y Pedro Mansilla (delegados), Dardo Robles, Nemesio Hornos, Pedro Frías, Roberto Elias, José Francisco Suárez y Leoncio Lucero (Vocales). La primera iniciativa de la comisión fue de derribar totalmente los restos de la iglesia y edificar una nueva gestionando los subsidios correspondientes ante el Obispado y el gobierno provincial. Monseñor Tibiletti da facultades a la comisión para solicitar el óbolo de los fieles del vecindario y del departamento mediante donaciones, rifas etc., prohibiendo la realización de bailes o juegos de azar no autorizados por la Iglesia como forma de obtener recursos. Mientras se proyecta la construcción del nuevo templo, la iglesia funciona en la casa que había pertenecido a don Manuel Fernández.

Comienza la reconstrucción por intermedio de Obras Públicas de la Provincia, obteniéndose del gobierno nacional el 30 de septiembre de 1947 un subsidio de $ 10.000 m/n.

En 1949 se interrumpe la obra por un tiempo por razones de índole económica, debiendo realizarse diversas gestiones a cargo de la Comisión, en esos momentos presidida por Factoria Frías de Villegas, hasta que finalmente mediante decreto 272 del Ministerio de Obras Públicas y Turismo se aprueba el presupuesto para finalizar las obras de la iglesia, disponiendo el pago de $ 36.000 m/n. La reconstrucción de la nueva iglesia se realiza bajo la dirección del arquitecto Raymundo Falivene, y con una contribución del gobierno de la provincia encabezado por Ricardo Zavala Ortiz, levantándose en el mismo lugar donde estaba la iglesia original, frente a la plaza Finaliza la construcción en agosto de 1950.

 

En noviembre de 1992 se crea la Vicaría de Nuestra Señora de la Merced, con la presencia del obispo de San Luis Monseñor Juan Rodolfo Laise, un año después se le coloca la imagen de Nuestra Señora de la Merced en la entrada del pueblo para bendecir y proteger a los habitantes del pueblo y aquellos que visiten la Villa.

 

Por José Mario Costamagna

 

Fuentes utilizadas:

 

· Fotografías familia Villegas. Reproducción Fotográfica FOTO REI

· “El misterio de la Capilla” Alfredo Ferretti en Revista Trapalanda 3

· Archivo Obispado de San Luis.

· “Villa Larca: su gente, su historia” José Costamagna.

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