Cultura prohibida

Este lunes, mientras artistas y artesanos llevaban adelante en la plaza Sobremonte la cuarta manifestación para que se declare la emergencia cultural, Lucila Roldán y Javier Melgarejo, dos prestigiosos bailarines de Villa de Merlo, dialogaron en La Mañana Con Voz, el programa del Corredor, sobre la situación que atraviesa todo el sector cultural y específicamente, el de la rama de la danza, a la cual pertenecen.

Como cada lunes, los referentes de la cultura piden que se habiliten, con los protocolos correspondientes, los espacios para poder retomar su actividad, frenada preventivamente, incluso, antes de decretarse en el país el aislamiento.

“Desde que arrancó la cuarentena -hace más de siete meses- fueron flexibilizando diferentes actividades. La última, fue la de la danza”, cuestionaron los bailarines.

 “Nuestros colegas, que se dedican a dar talleres, fueron los últimos en poder empezar a dar clases, cuando ya estaba habiendo actividades deportivas y demás, la danza todavía no había sido habilitada”.

Detallaron que, si bien el gobierno lanzó nuevos subsidios para trabajadores de la cultura, como el programa Fortalecer, éstos son excluyentes, ya que solo pueden acceder a ellos quienes no hayan recibido previamente otro tipo de ayuda económica.   

En su caso particular, manifestaron que la situación es crítica. Ambos se dedicaban “más que nada a hacer espectáculos para el turismo, y además nos presentábamos en espacios culturales”.

 “El cierre del turismo nos dejó directamente sin hacer espectáculos y, a la hora de poder producir danza, aunque sea para los locales, cuando se flexibilizó un poco, no estaba permitido bailar”, contaron.

“Hoy por hoy, vas a un bar, hay una peña con músicos tocando, pero no se puede bailar. Entonces la danza aún sigue prohibida y para los que trabajamos y vivimos de eso se está poniendo cada vez más difícil”, afirmaron.