Destruyeron la fuente de la plaza de Piedra Blanca Arriba

Días atrás, en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante, el intendente Juan Álvarez Pinto anunciaba una serie de mejoras en espacios públicos de Merlo. Una de esas obras era la de la puesta en valor de la plaza Leopoldo Lugones, ubicada en el corazón del tradicional barrio de Piedra Blanca Arriba, a escasos metros de la casa de veraneo que poseía el escritor y poeta cordobés sobre la actual Avenida de los Incas de la villa serrana.

Para esa tarea se ordenó destruir la fuente que se emplazaba en el centro del lugar, un hecho que generó sorpresa y controversia en la comunidad. La pieza removida había sido creada por la arquitecta Marita Falabella exclusivamente para la inauguración del mencionado espacio, hace ya más de 30 años.

La fuente fue creada por la arquitecta Marita Falabella.

“A mí me duele mucho”, confió a El Corredor Noticias quien era en ese momento intendente de Villa de Merlo, Ricardo Chaves.

Para Chaves, "todos los gobiernos han sido destructivos".

El ex jefe comunal expresó que el vínculo que lo une con esa plaza y sus ornamentos es como el que tiene con el Mirlo o con el Centro Materno Infantil -inaugurados durante su gestión-. Ese sentimiento, según describió, es semejante al que se tiene por cualquier hijo. “Cuando uno hace una obra, aprende a quererla, a sentirla, la lleva adentro”, expresó. “Te tocan eso y te lastiman”, lamentó.

Compungido, consideró que el municipio cometió “un error” y pidió que se conserve el patrimonio que queda, “sino estamos castrando toda la historia”, reflexionó.

“Estoy de acuerdo en que hay que modernizar, mejorar, pero no hay que destruir”, manifestó Chaves. “Hacé algo al lado o mejorá lo que está hecho”, le sugirió al actual ejecutivo.

Para el ex intendente, “la falta de cultura que se está mostrando hoy en día coincide con todos los gobiernos anteriores”. “Todos han sido destructivos. Nunca preservaron lo que había hecho el anterior”, disparó.

 “Por eso nos robaron La Herradura, por eso no está más la Casa de Estudiantes de Merlo en Córdoba, la Casa de Merlo en Rosario, la Mendoza, no está la Escuela de Arte y Oficios”.

“Cada uno que vino dejó su marca, pero una marca negativa”

“Esa plaza fue un monumento al ahorro”, recordó con nostalgia Chaves. Contó que el espacio se levantó con sacrificio, juntando “centavo por centavo”.

Con las horas extras de los empleados de la Municipalidad y en medio de un contexto económico crítico, de hiperinflación, sin contar con ayuda de Nación o de la Provincia, con la cual en aquel momento mantenía una relación “tensa”, remarcó que se construyó ese espacio de encuentro hoy amputado.