Casi 100 horas sin pistas sobre "Bebo": crece el misterio

Cada mituto que pasa es eterno para la familia Ochoa. Desde hace casi 100 horas no duerme a la espera de novedades del paradero de Alejandro, hijo, hermano, primo, sobrino, amigo, vecino de Cortaderas.

"Bebo", como lo conocen en el pueblo de 1.500 habitantes, desapareció sin dejar rastros. Dos personas encapuchadas se lo llevaron el pasado sábado y desde entonces no hay noticias de su paradero.

Durante la jornada de este miércoles volvió a convocarse una movilización frente a la comisaría y pasadas las 18 horas se trasladó al ingreso de la localidad, con corte de tránsito en ambas direcciones. El objetivo de estas acciones, según los manistantes, es visibilizar la situación y reclamar por la presencia de las autoridades judiciales a cargo de la causa que tramita por estos momentos como "Averiguación de paradero" y éstas a su vez informen cuáles son las medidas que se están ejecutando para encontrar al hombre de 35 años.

En caso de no tener respuestas, advirtieron que continuarán los cortes sobre la ruta durante todo el fin de semana largo.

Hoy, la oficina de Prensa del Poder Judicial publicó un comunicado en el que detalla las nuevas medidas ordenadas por la jueza Penal Patricia Besso en el caso, en el mismo se detalló que se llevan a cabo nuevos rastrillajes con perros rastreadores cerca de la vivienda de Ochoa, ubicada en una zona rural a unos tres kilómetros de la plaza de la localidad. También que encomendó a buzos de la Policía inspeccionar los espejos de agua de la zona.

Además, comunicaron que se recibió el resultado de la pericia a los celulares de Ochoa y del principal testigo del hecho, cuyo informe fue remitido al personal policial a cargo de la instrucción para su correspondiente análisis y manifestaron que continúan con la toma de declaraciones testimoniales y la búsqueda de cámaras y filmaciones que pudieran haber registrado lo sucedido u ofrecer pistas al respecto.

Por su parte, la familia manifestó que desde el lunes por la noche no tiene ningún contacto con el principal testigo, que fue quien aseguró ver cuando a Alejandro dos hombres encapuchados lo golpeaban para finalmente llevárselo.