Un pueblo con bronca reclama justicia

Durante la noche de este viernes y tras confirmarse lo más temido, cientos de personas se movilizaron hacia el casco histórico de Cortaderas para reclamar justicia por la muerte de Alejandro Ochoa, el hombre de 35 años que era intensamente buscado desde hace casi una semana.

Con bronca y dolor, exigieron frente a la dependencia de la comisaría local que el caso no quede impune y que se encuentre a los asesinos del productor rural, cuya desaparición había sido reportada por su familia el pasado sábado, luego de que dos sujetos desconocidos lo golpearan y se lo llevaran por la fuerza mientras juntaba leña en el campo donde vivía.

Para la familia de Ochoa no hay indicios de porqué pudieron habérselo llevado. Solo cuentan con las declaraciones de dos testigos que el día en que desapareció estaban en la casa de "Bebo" haciendo arrope de cañar, y fueron los últimos que lo vieron con vida.

El principal testigo declaró que vio a los dos individuos atacar a Alejandro; el otro, que denunció que quienes se lo llevaron integran una "organización", aseguró que observó desde lejos cómo cargaban un "bulto" en uno de los dos vehículos que dice haber visto.

El cuerpo de Alejandro al momento de ser encontrado, presentó a simple vista signos de violencia, cortes punzantes en piernas y brazos y aparentemente también en el cuello, además de marcas en la manos. 

La familia y vecinos sostienen que el cuerpo fue "plantado", ya que la zona había sido rastrillada en reitaradas ocasiones. El lugar donde fue encontrado el cuerpo se eubica a unos 1.000 metros de donde vivía Ochoa.

Al pedido por el esclarecimiento del caso se sumo la municipalidad de Cortaderas.