Cuando se le falta el respeto a la naturaleza

Desde hace un tiempo vecinos de Rincón del Este sostienen el mismo reclamo: cada vez que recorren la vera del arroyo El Molino, en la zona sur de calle Los Pájaros, donde se encuentra la olla de arcilla, se encuentran con nuevos puntos de acumulación de residuos improvisados e ilegales, y el disfrutar de una caminata se convierte en decepción al ver el aumento de la basura depositada en el lugar.

Entre los senderos de monte, brotan restos de escombros, carcazas de televisores, cacharros, botellas, bolsas de consorcio y hasta animales muertos, que arrojan personas aún no identificadas que desconocen las ordenanzas municipales y que realizan acciones que atentan contra el medio ambiente.

La situación se agravó en los últimos días, cuando se descubrió en el cauce del arroyo una importante cantidad de despunte y restos de vidrio, arrojada intencionalmente.

Los vecinos piden a las autoridades competentes que se busque, encuentre y multe a los responsables de estas acciones contaminantes para evitar que sigan sucediendo epidodios como este. 

Marcelo, un ciudadano ejemplar y comprometido, se calzó los guantes y este martes por la mañana comenzó, acompañado solo por sus fieles perros, a juntar los residuos arrojados por terceros. En cuestión de solo uno rato, el vecino cargó 16 baldes con vidrio que sacó de las frías y cristalinas aguas y, en diálogo con El Corredor Noticias, precisó que hay aproximadamente en la zona 11 focos de cúmulos de basura distribuidos por todo el lugar.

Imagen sensibles

 Hasta animales muertos arrojaron