Condenaron a 10 años de cárcel a un hombre de 27 años por abuso sexual y grooming

La Cámara en lo Criminal de la localidad cordobesa de Deán Funes condenó a un hombre de 27 años a la pena de 10 años de prisión por los delitos de grooming y abuso sexual contra una adolescente de 14 años, luego una investigación en la que se pudo determinar que el contacto del hombre con la niña comenzó a través de WhatsApp e Instagram.

En el juicio, el acusado admitió que había mantenido relaciones sexuales con la menor de edad, hija de una mujer con quien había mantenido una relación, pero dijo acusado que todo fue consensuado.

Sin embargo, la sentencia del tribunal unipersonal, a cargo del camarista Horacio Ruiz, coincidió con el pedido de la fiscal de Cámara Mónica Carolina Elías, quien pudo probar que el imputado contactó a la joven por las redes sociales cuando ella tenía 13 años, "y fue preparando el camino para acceder carnalmente, aprovechándose de la confianza cuasi familiar con la víctima, con la niña cercada y en contra de su voluntad".

El magistrado consideró al acusado como autor responsable de los delitos de contacto electrónico con menores de edad con el propósito de cometer un delito contra la integridad sexual (child groomnig), suministro de material pornográfico a menores continuado, producción de imágenes pornográficas de menores de edad continuada, y coacción, en concurso real.

También aplicó la figura de promoción a la corrupción de menores agravada, en concurso ideal con lo anterior. 

Y por último, lo declaró autor de abuso sexual con acceso carnal continuado y amenazas reiteradas.

Según consta en la causa, el acusado aprovechó el vínculo que había creado con la adolescente, durante la relación con su madre, para pedirle fotos.

Él, incluso, llegó a enviarle imágenes de sus propios genitales para incentivar a la menor a que haga lo mismo, cosa que finalmente logró por medio de amenazas y engaños.

Durante este proceso, el acusado le dijo a la víctima, en varias ocasiones, que se preparara porque iba a tener su "primera vez" con él, refiriéndose a su primera experiencia sexual.

Cuando el delito de "child groomnig" se había consumado, el imputado la pasó a buscar en su auto y la llevó a una zona rural próxima a la ciudad de Deán Funes.

Allí, después de amenazarla e intimidarla, la accedió carnalmente contra su voluntad explícita.

Esta situación se repitió otra vez y recién se detuvo cuando la adolescente le contó lo sucedido a su madre e hicieron la denuncia penal correspondiente.