Las legislativas 2021 cambiaron el mapa político en la Villa de Merlo

El partido gobernante en Merlo enfrenta una nueva forma de ver el poder legislativo y también el haber perdido a una figura clave. La dificultad de ser minoría supone que los consensos deberán ser promovidos por Juntos por el Cambio y no por la oposición como venía siendo hasta antes de las elecciones. El quiebre de Morandé dejó aún más debilitado al radicalismo.

La renuncia de Herrera no implica solamente una baja como si fuera un número, en la Municipalidad y en el Concejo tenía su peso a la hora de ser consultado en las decisiones, además de que como presidente de la UCR, manejaba el destino del partido y hoy se desconoce si sigue ocupando ese cargo. El intendente perdió a una de sus espadas y nadie puede cubrir ese cargo de un día para el otro.

En este escenario, la asunción de Ezequiel Cuello y no de Ana Orlando abre algunas puertas y cierra otras. Para comenzar, debe aclararse que Cuello responde al sector de Juan Álvarez Pinto, mientras que Orlando al de “Titina” Nicoletti, por ende, el bloque radical quedó con dos “alvaristas” y Nicoletti. Además, Orlando iba por su reelección y la asunción de Cuello se suma al grupo de los nuevos (salvo Fonseca que fue reelecto, los otros cuatro concejales tendrán su primer mandato).

El primer punto a favor de Cuello es que se mostrará como alguien nuevo y fresco, incluso pasando como inocente para quienes no conocen la dinámica del HCD. Por otro lado, al ser parte del grupo cercano al intendente, jugará un rol de negociador con Avanzar. El mismo Poggi aseguró que “ojalá las decisiones las tomaran los intendentes radicales”, en referencia a la conducción del partido. Estas declaraciones y su nula agresividad con Álvarez Pinto en la campaña, parecen apuntar a una buena convivencia entre los espacios anti-saá. 

Teniendo en cuenta el contexto, se consideraría hacia adentro de la UCR que es una “buena adquisición” Cuello, ya que a Nicoletti la consideran, según dejaron trascender fuentes cercanas al ejecutivo, la apuesta perdida de la elección. El partido se habría recostado en ella por su experiencia y los votos demostraron que “no estaba a la altura”.

En otro punto, casi como detalle, Cuello Almena es primo hermano del concejal de Unidos por San Luis Carlos Almena, por lo que es probable que los contactos se hayan intensificado en las últimas horas para negociar la presidencia del Concejo, otro punto donde pesa el artista. 

Es poco común que un concejal en su primera experiencia presida el cuerpo, además Nicoletti no querría seguir, por lo que desde el radicalismo solo queda Leonardo Rodríguez como candidato interno. Unidos por San Luis podría proponer a Patricia Morandé (figura de consenso por su experiencia) o al mismo Almena, aunque esta opción está casi descartada. Desde el peronismo apuntan a que sea Fonseca el candidato propio, no solo por contar ya con cuatro años de experiencia, sino como una posible catapulta al 2023. 

Sobre los tres nombres, salvo algún enroque extraño, quedará entre Rodríguez y Morandé, con la opción de la vicepresidencia de Fonseca. Si es el radical, será una señal de Álvarez para fortalecer el armado de Merlo ante el fenómeno Poggi en la provincia. En el caso de que Morandé asuma con los votos radicales, se tomará como un gesto de unidad entre el municipio y el ganador de las últimas elecciones.

Todas las posibilidades se barajaron de nuevo con el fallo de la Justicia Electoral, la presencia de Orlando en el HCD hubiera significado una carta más para disputar la presidencia, una banca más para Nicoletti, pero también una nula renovación del bloque radical que debe pensar en su futuro político.