Saladillo también declaró la Emergencia Hídrica

Saladillo es un pueblo de 650 habitantes que se sumó a municipios como Merlo y El Trapiche y declaró la emergencia hídrica. Aunque los vecinos de la localidad no se quedaron sin agua, el intendente, David Becerra, dijo que la decisión fue tomada el sábado por precaución ya que la sequía que atraviesa la provincia es preocupante. 

“En este momento pudimos recuperar algo del caudal, no nos hemos quedado sin agua. Gracias a San Luis Agua y a Obras Públicas pudimos conseguir que nos mandaran los camiones hidrantes para acompañar lo que sacábamos del pozo, ya que el acueducto está roto hace casi dos meses por la reparación de una de las bombas”, explicó Becerra. Es decir, la localidad cuenta con un pozo de agua cruda que con la ayuda de camiones hidrantes pudieron abastecer a todos los vecinos en plena sequía. 

Además, remarcó que es la primera vez que les toca pasar una de las sequías más grandes de los últimos años. “Nunca había visto una sequía tan grande como la de este verano y tampoco las altas temperaturas que se están dando hoy por hoy”. 

Antes Saladillo no tenía un acueducto y la situación que vivían los vecinos al quedarse sin agua era cruel. “Cuando entramos a la gestión nos preocupamos por mejorar el recurso hídrico y tener agua potable. El Gobernador nos escuchó y mandó a hacer dos cisternas de 90 mil litros cada una. Eso antes no existía, nos quedábamos sin agua y teníamos que esperar que el pozo recuperara fuerza y cambiar la bomba”, contó el intendente. 

Recién el sábado, cuando el intendente declaró la localidad bajo emergencia hídrica, el agua recuperó fuerza y los vecinos pudieron cargar sus tanques en las zonas más afectadas. 

Becerra recordó que ese día unos treinta intendentes tuvieron una reunión con funcionarios de San Luis Agua donde expusieron la crisis que está pasando cada municipio. “En el caso de Saladillo la problemática es que no recuperamos rápidamente el agua. Eso se debe a que, el año pasado, hicimos una perforación de 25 metros de profundidad y nunca colocamos las bombas de agua”, puntualizó. 

Asimismo, Becerra confirmó que decidieron suspender el Festival de la Guitarra, que se iba a  celebrar el 4 y 5 de febrero, para  cuidar el estatus sanitario e invertir ese dinero en la compra de tres bombas, que es una de las mayores necesidades que tiene el pueblo.

El Diario de la República