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Villa de Merlo

Con Ciro y los Persas, el Valle del Sol Rock regresó con gloria

domingo 17 de abril de 2022
Andrés Ciro Martínez y su banda tocaron en Villa de Merlo por casi dos horas.
Foto: ECN
Foto: ECN

Merlo vivió un sábado a pura música y tuvo al rock como protagonista. El regreso del festival del género más grande del norte puntano tuvo más de 6.000 testigos y una variedad de estilos que se resumieron en las presentaciones de las 13 bandas regionales y en la efervescencia del show de Ciro y los Persas.

A las 18 horas comenzaron los espectáculos. Bicho Caminante fue el primero en salir a escena. Pobre Vinchuka, con su punk, y Non Stop, con unos rocanrolles, siguieron en la grilla mientras aún brillaba el Sol.

Ya con el atardecer entrando, los acordes de Thunderstruck de AC/DC sonaron en el Antonio Esteban Agüero. Era Verde Kabeza que, como suele hacer, le metió los ritmos que los caracteriza.

 

 

Mala Cosecha no paró de agradecer el espacio, y los históricos Oportunistas del Conurbano, que tocaron temas nuevos de su propio repertorio, vibraron ya caída la noche, con la luna llena que comenzaba a asomar y a iluminar el cielo detrás de las sierras.

 

 

La gente no paraba de llegar y fue el turno de la Vitor&Nox, que se presentó por primera vez ante ya una multitud, que superaba las tres cifras. 

 

 

Los éxitos de Soda Stereo, de la mano de Dynamo, sonaron fuerte. Catarsis desembarcó con su sonido alternativo y la poderosa ST. Louis le dedicó uno de sus temas a las bandas locales. Desde San Luis, minutos antes de las 22, arribó Volver a Tierra. 

 

 

El power trío Reventar generó el pogo metal. Mesti cambió rotundamente y cortó el estilo con su música urbana. El trapero, entre aplausos, recibió una distinción de la municipalidad, que aprovechó la oportunidad para anunciar el lanzamiento del sello discográfico merlino.

 

 

Prometió y cumplió. Chingones desplegó una puesta en escena nunca vista en otra de las anteriores ediciones. La banda punk rock, con un homenaje a Aguero, allanó el camino para el plato fuerte.

 

 

Casi dos horas ininterrumpidas con Ciro y los Persas

Pasadas las 23, la multitud se abalanzó hacia el escenario. Banderas en alto, aplausos. Salen los primeros músicos, se acomodan. Suena Bob Marley, las luces se intensifican. La ansiedad invade y, cuando el reloj marcó la hora justa -las y veinticinco-, entre ovaciones, el predio se ilumina. Los celulares ya registraban el momento con sus cámaras y, entre cantos, pisa por primera vez el escenario merlino Andrés Ciro Martínez.

Con ese acting tan él y el despliegue sobre las tablas, el exlider de Los Piojos inundó con su carisma la noche y rememoró sus temas más actuales y los de sus antiguos proyectos. Sacó lo mejor de su mejor artillería. Abrió con Banda de Garage y Taxi boy vino después. Siguieron los éxitos.

 

 

 

Pero, sin dudas, el momento más emotivo, se generó con la canción Héroes de Malvinas. A cuententa años de la guerra, representantes del Centro de Excombatientes del Valle del Conlara subieron al escenario y le otorgaron a Ciro una remera. Los veteranos recibieron el reconocimiento de la multidud: "el que no salta es un inglés", se escuchó al unísono.

Con Antes y después llegó la efusividad y el pogo de punta a punta.

Pistolas, con Alejandro, su hijo, hizo saltar a todo el Balneario. Siguieron los hits, El farolito, Muevelo... Fueron casi dos horas que quedaron en la historia  y con el compromiso del músico de una posible vuelta.

Casi al final, el inquieto artista abandonó su lugar en el escenario para entregarse al contacto cercano con su público. Se despidió, como suele hacer, con la clásica versión en armónica del Himno Nacional Argentino.

 

 

Mal trago para muchos:

Teléfonos celulares robados dentro y fuera del predio. La Policía secuestró una mochila con treinta dispositivos.

 

 

 

 

 

  

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