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Historia

A 20 años del derrumbe del campanario de la Iglesia de Merlo

Tras una intensa lluvia, la torre de la capilla colapsaba estrepitosamente ante la mirada de vecinos que fueron testigos del histórico acontecimiento.
viernes 03 de febrero de 2023
A 20 años del derrumbe del campanario de la Iglesia de Merlo
Foto Rei
Foto Rei
En la mañana del 3 de febrero de 2003 la intensa lluvia se filtró por la fisura que separaba desde un año atrás la vieja torre de la capilla.
 
Desde tempranas horas la gente comenzó a reunirse frente a ella para observar el triste espectáculo. Ante la mirada atónita de muchos a las 11,20 hs. la torre y el campanario se desplomaron cayendo sobre la galería.
 
El Centro de Historia de la Villa de Merlo recordó las declaraciones de Alfredo Ferretti, el icónico fotógrafo de la ciudad que, como no podía ser de otra forma, fue quien fotografió la caída de la torre.
 
“Cuando descubrí la grieta en la capilla histórica, detrás del cristo Crucificado, advertí del peligro.
 
Preocupado por esta situación, visité la capilla en muchas oportunidades para fotografiar las grietas que iban creciendo.
 
En la parte posterior de la torre se notaba más la falla de la estructura. Quizás porque en la última refacción de 1992, cuando se quitó la habitación contigua no se tomaron los recaudos necesarios.
 
Pasó más de un año, por la grieta que poco a poco iba separando la torre de la nave, se filtraron todas las lluvias, sin que se intentara hacer nada.
 
Así llegó la mañana del 3 de febrero. Llovía como nunca y las radios comenzaron a anunciar el derrumbe. Tomé la cámara y bajo la lluvia me planté en la parte posterior, a mi juicio la más débil, para fotografiar los instantes finales de la torre. No obstante, rogaba para que resistiera.
 
Cuando los revoques se desprendieron en grandes planchas blancas, dejando ver los adobes oscuros, mojados, comprendí que era el final. Y en los pocos segundos que siguieron logre tomar estas fotografías, en una secuencia cargada de dramatismo, como un testimonio que no permita el olvido. Me faltó una, cuando el campanario, en su caída queda casi en ángulo recto. Pero no pude más… la tristeza y desolación de ese momento me inmovilizó. Estaba ante el hecho irremisible, que habíamos temido durante tanto tiempo. El tañido final de las campanas completó el duelo. Y de allí en más todos fueron lamentos, lágrimas y tardíos reproches.
 
He comentado a mis amigos que la torre fue buena hasta para caerse, no quiso hacer daño a nadie. Yo soy testigo que en tramo final, giró levemente para evitar la secretaría de la Parroquia. Si dejó sobre su techo la cruz, como un símbolo".
 

Sin embargo, aquella no fue la primera vez que la torre sufría el desmoronamiento, en su libro Historia de la Villa de Merlo Tomo II, la historiadora Nora Costamagna, señala: “en 1936 un terremoto que casi destruyó la localidad de las Chacras, repercutió en Merlo, derrumbó el viejo campanario, que luego fue reconstruido gracias a los aportes económicos de varios vecinos que realizaron colectas y beneficios”.

“El derrumbe en esta ocasión fue sólo de la parte superior, es decir del campanario y es Agüero quien lo comenta ‘los muros de la vieja Capilla acusaron el impacto sísmico, y con enorme estrépito y entre la tolvanera de los adobones pulverizados, se derrumbó la parte superior del campanario. La parte derrumbada fue reconstruida al poco tiempo merced a una generosa donación brindada por uno de los hijos más ilustres e ilustrados de la Villa de Merlo, el Ingeniero Agustín Mercau...’”. 

En un poema para la revista Ideas y que tituló “Elegía del campanario” Agüero dejó su testimonio:

 

Ayer alto asombro de pájaros vivos
y vieja costumbre del paisaje en flor
puntal sonrosado y seguro y firme
del cielito nuestro con Luna y con Sol.
Ayer señal rosa de nuestra existencia;
al verte de lejos nuestro corazón
llegaba primero que los pasos lerdos,
¡oh vieja costumbre del paisaje en flor!
Ayer eras todo lo más alto y recio.
Ayer eras todo, y eres nada hoy;
Derruidos adobes, caído revoque,
muerta cupulilla que no guarda el son
claro y transparente, cristalino y puro
de sus dos campanas; “aves del Señor”.
Antes proyectaban los claros sonidos
“¡oh limpia mañana de mi comunión!”
hasta el alto cielo, por el campo de oro,
todos los caminos sabían su voz.
Ahora está muerto, y muertos los siglos,
y el polvillo de años de cada adobón.
¿Qué haré con mis ojos sin la tosca curva
de hornito hogareño donde vi el rubor
viejo de la tarde, y la rosa nueva
luminosa y niña de la aurora? El Sol
no sabrá su ruta; ni sabrá la Luna,
ni las Tres Marías venir a mi amor.
¿Qué haré con mis ojos? ¿Qué hará con sus ojos?
¿Qué será mi boda sin su protección?
¡Ah! Para las gentes que te hicieron polvo
pido que no tengan lo que tengo yo,
que su sueño sea dormir, no vivir,
que sus ojos vivan pobres de color.
Ayer alto asombro de pájaros vivos,
y vieja costumbre del paisaje en flor.
Por el pájaro vivo, y el paisaje verde,
y por mí te digo mi pura canción.

La reconstrucción del campanario de la iglesia, declarada monumento histórico nacional en 1961, se pudo realizar con el aporte económico de la comunidad merlina. La obra estuvo a cargo de los arquitectos Barrera y Falabella, quienes también edificaron el nuevo templo. Cinco años después del día del colapso, en 2008, se reinauguró con una emotiva ceremonia la torre que apreciamos en la actualidad.   

 

Fotos: FotoRei

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