viernes 26 de abril de 2024
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El asesino de Brenda Arias empezó a ser juzgado por doble homicidio

A Juan José Murúa lo acusan por el femicidio de Marisol Rearte y de su hijita de 2 años en 2014, en Traslasierra.
martes 11 de abril de 2023
El asesino de Brenda Arias empezó a ser juzgado por doble homicidio

Es la segunda vez que una familia debe revolver el dolor del asesinato de una hija, en este caso dos, en un debate oral que, ruegan, termine en una condena justa. Este lunes, la Cámara del Crimen de Villa Dolores comenzó a juzgar a Juan José Murúa, condenado a 38 años de cárcel por el homicidio de Brenda Arias en Villa del Carmen, por el femicidio de Marisol Rearte y el asesinato de su hija Luz Moreno Olivia, quien tenía apenas dos años. Él se sentó en el banquillo con un pedido de pena a prisión perpetua.

Murúa está señalado por haber asesinado a Rearte, quien fue su cuñada, y a la hija de esta en la zona del dique La Viña, en Traslasierra, en 2014. Está imputado por los delitos de “Homicidio agravado por femicidio (en perjuicio de la mujer) y Homicidio simple (en perjuicio de la niña), en concurso real”.

Ayer, una fuente judicial de Villa Dolores consultada por El Diario refirió que el acusado “declaró que él no tiene nada que ver, que no mató ni a Marisol ni a Luz”, y describió que todo el tiempo se mostró con una “posición desafiante y hasta burlesca”.

El plenario arrancó a las 10. Declararon Ignacia de los Dolores Gutiérrez, mamá de Marisol, Alicia Emma Mattio, abuela paterna de Luz, Ezequiel Etchecoin, exnovio de la víctima, Cristina Moreno, amiga de Rearte, y Lorena Oliva, tía paterna de la pequeña.

Recordar lo que pasó con su hija fue tan fuerte, tan movilizante, que Gutiérrez apenas pudo finalizar su testimonio, se descompensó y debió abandonar los Tribunales en una ambulancia hacia un centro médico.

 

 

 

Víctimas. Marisol Rearte y su hija Luz Moreno Olivia fueron asesinadas el 2 de febrero de 2014 en Villa de las Rosas.

 

 

Marisol y Luz

Según indicó el Ministerio Público Fiscal cordobés en un comunicado, el 2 de febrero de 2014 Marisol habría acordado reunirse con Murúa, con quien un año atrás había mantenido una relación sentimental durante varios meses y que, pese a que el hombre mantenía una relación con su hermana, Romina Rearte, igual se frecuentaban.

Ese día Murúa habría pasado a buscar por Villa de las Rosas a Marisol y Luz, y los tres se dirigieron hacia la zona del dique La Viña. La investigación advirtió que allí, "en un lugar no determinado, probablemente en las inmediaciones del murallón del dique y mientras se encontraban a bordo del vehículo, en circunstancias no determinadas por la Instrucción, pero presumiblemente tras una discusión entre Rearte y Murúa, este último —aprovechando la ausencia de personas en el lugar—, habría atacado a Marisol Rearte mediante golpes que provocaron la pérdida de sangre lesionándola gravemente, de manera tal que las mismas provocaron su muerte". Luego habría provocado la muerte de la menor y ocultado el cuerpo de ambas.

El cráneo de Marisol fue hallado el 1° de noviembre de 2018 en cercanías del domicilio de José Pablo Rojas, en camino al dique La Viña, en la localidad de Los Pozos. El resto de los cuerpos aún no apareció.

 

Brenda

Brenda Jimena Arias era una chica de pueblo, feliz según comentó su mamá en algún momento. Para el 11 de julio de 2009, la noche en que fue asesinada, tenía 19 años. Sus restos calcinados fueron hallados 18 días después en un sector de las sierras de Villa del Carmen, cuando un vecino sordomudo descubrió huesos que le parecieron humanos y asoció que podían pertenecer a la "boquita pintada”, como apodaban a la víctima.

Las pericias establecieron que la joven murió a causa de un disparo con un arma de fuego y, luego, su cuerpo fue incinerado a pocos metros del lugar del asesinato.

Al comienzo de la investigación, las sospechas giraron en torno a César Albelo, con quien Brenda había terminado una relación el mismo día de su desaparición, pero esas primeras dudas fueron disipándose con la falta de pruebas y la causa quedó sin sospechosos firmes.

En abril de 2017 hubo un giro rotundo: Patricia Besso, jueza Penal de Concarán, ordenó detener a Murúa, con quien Brenda supo frecuentarse meses previos a su desaparición. “Los elementos ya estaban, pero nos faltaba tecnología y personal idóneo para analizarlos. Y hoy en día los tenemos”, comentó la magistrada cuando lo procesó por “Homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”.

La jueza se refería puntualmente al análisis de los movimientos del celular de la víctima, aparato que desapareció tras su muerte y que, según el informe del Área Criminalística y Análisis Criminal del Departamento de Delitos Complejos de Tribunales, los días posteriores al crimen se situó en los lugares en que los se movía Murúa.

Para cuando empezó el juicio por el homicidio de Brenda, a fines de octubre de 2018, Murúa estaba detenido en el Penal de Villa Dolores por un caso de abuso. El 14 de noviembre del mismo año, la Cámara del Crimen de Concarán de San Luis lo condenó a 38 años de cárcel por el crimen en Villa del Carmen.

Por el caso de Rearte y de su hija, a Murúa, quien enfrenta un pedido a prisión perpetua, lo defiende el abogado Luis Castro, mientras que la querella es representada por Eduardo Adrián Cuneo y como fiscal de Cámara actúa Sergio Cuello, quien cuenta con la asistencia de la fiscal de Instrucción Lucrecia Zambrana.

El tribunal está constituido por los jueces Santiago Camogli (presidente), Carlos Escudero, Facundo Daniel Gil y 13 jurados populares. Está previsto que el debate finalice el viernes 21 de abril. “La fecha puede modificarse en caso de que surjan nuevos testigos, hasta entonces la causa cuenta con 36 testigos programados”, resaltó la informante.

 

 

EDR

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