La calma del Concejo Deliberante

Sabido es que en años electorales la actividad legislativa desciende. Sin embargo, el último año, aunque no hubo comicios, fue el de menor producción de leyes de la historia en el Congreso de la Nación.

Merlo no es ajeno a eso. Algunos dirigentes, tanto oficialistas como opositores, son críticos del funcionamiento del Concejo Deliberante. "Es uno de los peores en años", manifestaron.

Los cuestinomientos apuntan no solo a lo alejado que están de la ciudadanía, sino a lo que cobran, que no se ve reflejado en el trabajo que realizan.

Esto queda demostrado en cada sesión que pasa, algunas no duran ni 30 minutos y los temas que generalmente se aprueban son declaraciones de interés, y a pesar que le han pagado a algunos medios amigos del presidente, en realidad los vecinos saben muy poco de lo que sucede en el recinto, ¿esa será la idea de la pauta?

Las ordenanzas aprobadas parecen estar más cerca de lo administrativo o del ordenamiento que de lo que la sociedad exige. Ante la movilización de la Asociación “Amigxs de Merlo”, el HCD volvió a otorgarle la Banca del Vecino solo porque había sido solicitada, pero el problema de fondo continúa sin solución.

“No sé si es campaña o falta de imaginación”, dejó trascender un funcionario cercano a la oposición. Además, la mayoría de dirigentes se quejan de que no se conoce qué ocurre en las sesiones. Si bien estas son públicas y se transmiten por las redes, existen críticas a la difusión de la actividad legislativa. “Hubo algunas ordenanzas buenas, pero no se conocen”, afirmó el mismo dirigente.

En un análisis más político, las críticas apuntan a que estando en campaña el Concejo es el lugar para mostrar qué se hace o se va a hacer. Los proyectos suelen tener una dirección electoral que ciertos dirigentes creen que ayudarían a la campaña.

El otro uso que se le debería dar, para ciertos políticos, al Concejo es el de denuncias y pedidos de informes constantes para tratar de dejar en fuera de juego al oficialismo. Ninguno de estos dos estaría ocurriendo este 2023.

Entre la falta de debate en sesión que existe hoy y el uso totalmente proselitista que dejaría al Concejo sin cumplir su función, existe un punto medio que tanto radicales como peronistas están pidiendo por afuera del recinto.

De diez Concejales, sigue habiendo dos oficialistas a los que no se les conoce más que su mano levantada. “Si se pagara por lo que se ve, no deberían cobrar”, deslizó un oficialista enojado por una banca que cree podría ocupar si los acuerdos cambian.

Por: La Tinta de Pierre