Fuerte reclamo del Centro de Jubilados de Merlo a la Fundación Aconcagua
La comisión directiva del Centro de Jubilados de Villa de Merlo lanzó un fuerte reclamo ante la creciente tensión con la Fundación Aconcagua, que usufructúa el espacio para su centro de rehabilitación. La presidenta, Beatriz Pécora, plantea que el contrato actual “carece de validez” y denuncia una deuda millonaria.
En una entrevista con El Corredor Noticias, Pécora, junto a la tesorera Nelly Busto y la secretaria Blanca López, señala que el contrato firmado en mayo de 2021, que otorga a la clínica villamercedina el uso del espacio por 30 años, fue acordado por “tres personas que no tenían autoridad, por mandato cumplido”. Según este convenio, la fundación se compromete a realizar mejoras y obras como la instalación de una pileta climatizada, y a pagar los servicios de luz, gas, agua potable, impuestos municipales y provinciales, además de los gastos de mantenimiento.
Sin embargo, las autoridades del Centro de Jubilados, quienes asumieron en abril de este año, revelan que “está roto todo tipo de diálogo” con los directivos de la clínica, y que la comunicación más reciente fue a través de cartas documento en las que se solicita el pago de deudas en los servicios. La deuda acumulada ya supera el millón de pesos, con casi $800.000 en la Cooperativa de Agua y boletas de otros servicios pendientes.
“En la segunda carta documento que enviamos el 14 de agosto se les pide que se pague toda la deuda y que se daba por anulado el contrato el 31 de agosto, porque no se puede estar de esta manera”, dice Pécora y agrega: “No la contestaron porque no la recibieron. Se mudó y no dio cambio de domicilio, otra contravención más”.
“La Clínica Aconcagua hace un negocio acá, porque PAMI paga, también lo hacen los pacientes particulares que vienen”, expresa la presidenta. En este sentido, para asegurar que los afiliados de PAMI no se queden sin servicios que allí se brindan, indica que la comisión estaría dispuesta a firmar un nuevo comodato por un período de cuatro años y cobrar un alquiler que permita mantener el espacio y, a su vez, ofrecer más actividades para los socios.
Por otro lado, mencionan que la situación edilicia del centro es crítica. “Están dejando caer todo”, afirman y enumeran que hay baños clausurados, pérdidas de agua que no se arreglan, problemas de humedad en el techo y la falta de limpieza.
Con 120 socios activos, el centro se ve limitado en su capacidad para organizar actividades, lo que agrava la situación y aumenta la urgencia de una solución.
En julio, la comisión trasladó esta problemática a la Banca Ciudadana del Concejo Deliberante de Merlo. Aunque los concejales manifestaron su apoyo y ofrecieron asistencia legal, las representantes aseguran que, hasta el momento, esa ayuda no se ha materializado.