Luna llena en Géminis: Perspectivas de una mente nueva

Este cielo aporta claridad y la luz de la consciencia va a iluminar algo que no veíamos. Es momento de balances, de pensarnos desde un nuevo lugar. Mercurio (regente de Géminis) en Capricornio va a aportar sincronía entre pensamiento y palabra para una comunicación directa, clara y enfocada.

Marte retrogrado en Géminis junto con la Luna habla de los procesos colectivos. Puede ser una Luna un poco tensa. Traer enojos, protestas, conflictos, intolerancia, combate hacia afuera. Pero ese no es el camino que se propone. El automatismo no conduce al crecimiento. La propuesta es llevar la energía a lugares constructivos. Aprovecharla para hacer el trabajo interno y avanzar. Si no quiero ser la repetición del pasado reescribiéndose en el presente, entonces ¿quién soy yo? ¿por qué repito situaciones? ¿qué tengo que hacer para liberarme de este tiempo circular? Ahí inicia el Camino del Oro interior.

Las respuestas siempre están en el interior de cada individuo. ¿Desde qué lugar en vos elegís cuando creés que elegís? ¿Crees o creas? Si vives en las creencias, repites. Si vives en la creación, habitas espirales ascendentes.

La invitación cósmica es que la repetición de lo viejo inyectando el veneno nuevamente en lo nuevo, nos invite a la reflexión profunda, para movernos de lugar, pensarnos, expresarnos y proyectarnos desde una nueva posición. Eso no sucede desechando lo anterior. Sucede integrando lo aprendido desde un foco superior. Es tiempo de ordenarnos desde lo sutil, de revisar nuestras ideas más primarias, de hacer limpieza mental, de reformular el sentido que le damos a las cosas, a nuestra vida, a nuestras circunstancias.

¿Para qué me sucede esto? ¿Qué me enseña esta experiencia? El trabajo es hacia adentro. La clave será qué vamos a elegir expandir en nosotros ante cada situación que se presente. Por más incómodo que sea. ¿Vas a tener la humildad de aprender e integrar? ¿Vas a tener la humildad de moverte de donde te hace daño para dejar al fin de culpar a otros de tus circunstancias y tomar responsabilidad evolutiva?

Con esta Luna de aire, la palabra y los pensamientos están en foco. Estamos en plena transición de lo que fue y lo que fuimos y quienes somos hoy. Quienes elegimos ser hoy.

Marte retrogrado -por más incomodidad que genere- es la oportunidad de evaluar decisiones, recalcular rutas, repensar objetivos y rutinas. Esto que persigo, ¿es algo que realmente quiero? ¿Lo quiero por mí? ¿O aprendí que esto es importante? ¿De qué “autoridad” lo aprendí? ¿A quién le entrego el poder de “autoridad” sobre mis valores? ¿Qué es lo que yo realmente quiero? Evaluar el origen de nuestra motivación, esas creencias que me conté y detonan mi pensar, mi decir y mi hacer. ¿Qué me enciende? ¿Dónde me reúno con mi impulso para crear?

La maestría será elegir qué vamos a comunicar y cómo lo vamos a comunicar. Con el otro y con nosotros mismos. Bienvenida oportunidad de reescribirnos.

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