Robo violento: le pegaron un escopetazo y huyeron

Este violento robo sucedido en la localidad de Cortaderas, en la vivienda de Antonio Pérez hermano de la víctima ubicada sobre Ruta N°1, tiene en vilo a toda la comunidad por la violencia y la impunidad con la que actuaron los delincuentes.

Romualdo Pérez, quien recibió 42 perdigones en sus piernas y brazo luego de un escopetazo disparado por unos malvivientes que se vieron sorprendidos mientras robaban la vivienda de su hermano, hoy puede contar la historia que podría haber terminado en tragedia.

En la entrevista dada a El Corredor Noticias, Romualdo contó que el domingo, cerca de las 18 horas, dejó atado su caballo en la tranquera para dar una vuelta y controlar la casa donde vive su hermano por pedido del mismo, ya que la vivienda se encontraría sola por varias horas. Mientras recorría el lugar, notó que una de las ventanas estaba forzada y, al acercarse, logró ver a dos personas dentro de la casa, quienes, al percatarse de su presencia, no dudaron en disparar contra su persona.

Relató que fue un momento de mucha angustia, miedo, desesperación y que no sabe cómo hizo para darse vuelta y correr hasta la ruta donde pidió ayuda. “Fueron segundos donde pensé que moría”, dijo.

Pudo, entre los nervios, pedir ayuda. A los minutos llegó la policía a socorrerlo. Mientras estaban en el lugar y debido a la demora de la llegada de una ambulancia, lo cargaron a un móvil policial y lo trasladaron hasta Carpintería, donde dieron con la ambulancia que finalmente lo llevó al hospital de Merlo.

Romualdo estuvo internado desde el domingo hasta este miércoles en el hospital y pide junto a su familia que se haga justicia y que se atrape a los malvivientes.

Esto no sólo fue un robo, fue también un intento de homicidio, “me tiraron a quemarropa con una escopeta, en mi cuerpo está el testimonio de lo sucedido. Pido justicia”.

Su hermano Antonio también relató junto a otro familiar lo sucedido y quieren hacerlo público para que la sociedad tome conciencia de que lamentablemente hasta en los pueblitos más tranquilos ya no se puede vivir seguro. Piden a las autoridades que tomen cartas en el asunto.