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Policías de Traslasierra salvaron a un bebé de un año

Ocurrió este lunes en una comisaría de la localidad de San José. El pequeño ingresó sin signos vitales y los uniformados le realizaron tareas de reanimación cardiopulmonar.
martes 08 de septiembre de 2020
Policías de Traslasierra salvaron a un bebé de un año.

Pasadas las 21 horas de este lunes cuatro policías de la Departamental San Javier (Traslasierra) salvaron a un bebé de un año que no respiraba ni respondía a estímulos vitales, a causa de una broncoaspiración.

Abigail ingresó en un estado desesperante a la Subcomisaría de San José con su pequeño de un año sin signos vitales y fue recibido en brazos por el subcomisario Emiliano Aguirre, quien inmediatamente le realizó las tareas de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y el bebé logró reaccionar. Aguirre se encontraba de guardia junto al Sargento 1º Gastón Gómez, el Cabo Heber Ceballo y la Agente Tamara Farías, quienes asistieron en todo momento Gael y su mamá, quien cuando escuchó el llanto de su hijo, se desmayó, reaccionando a los pocos segundos para volver a creer que todo tenía un final feliz.

En esa fría noche de lunes, Gael estaba mojado y envuelto en una frazadita color rosa porque sus padres habían intentado reanimarlo de todas las maneras posibles ya que a causa de una enfermedad preexistente que le produjo fiebre y convulsiones, se había broncoaspirado con leche y había dejado de respirar. Cuando el pequeño “volvió en sí” fue trasladado de inmediato en un móvil policial al Hospital Regional de Villa Dolores, lugar donde aún se encuentra en buen estado de salud, junto a la compañía de sus padres y abuelos.

Emiliano Aguirre es papá y se encuentra conmovido. Cuenta que en algunas oportunidades tuvo practicar tareas de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) a sus hijos como lo hizo anoche con Gael y siente una felicidad enorme de haberle devuelto la vida.

Gastón Gómez, Heber Ceballo y Tamara Farías, aún no salen de la emoción. Heber siente que fue inevitable no pensar en sus hijos y Tamara recuerda que los nervios le adormecieron los brazos hasta que sintió el llanto de Gael, para luego ponerlo en su pecho en un abrazo aliviador.

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