Don Miguel Yed y la primera destilería de hierbas aromáticas en Merlo

Miguel Yed nació el 29 de septiembre de 1904 en Damasco, Siria, a la muerte de su padre decide dejar su tierra natal en busca de un mejor porvenir, y llega a la Argentina aproximadamente en 1917, radicándose primero en Buenos Aires, luego Santa Fe, San Luis, La Rioja, hasta llegar a la provincia de San Luis, instalándose en Santa Rosa del Conlara, donde conoce a Ana Cejas, con quien forma su hogar, Miguel tenía una hija natural llamada Juana, mientras que Ana tenía tres hijos Antonia Lidia, Víctor Hugo y Amalia. Del matrimonio de Miguel y Ana nacieron Jorge Aníbal, Carlos Abraham y Ángel Gabriel (Cacho).

En la década del treinta, Miguel y Ana se instalan en la zona del Rincón del Este en Merlo en campos de la sucesión Barreda, Saavedra y Mercau en una zona conocida como “El Pantano de los Chanchos”, allí Miguel abre una destilería de hierbas naturales, en especial de menta, peperina, lavanda, yerba buena, carqueja, ruda, poleo entre otros, que funcionó durante veinte años.

La leña para el funcionamiento de las calderas, generalmente era traído por los Buri, que también aportaban desde Papagayos la peperina. Mientras que los Vercelli le vendían menta proveniente de Santa Rosa.

Se realizaba un extracto de mentol, que también era utilizado para la industria medicinal. Trabajaban en forma permanente unas 7 personas siendo Ernesto Muep el encargado.

Don Julio Buri era el encargado de sellar los frascos soldándolos con estaño, tarea que luego continuaron sus hijos Raúl y Teófilo. El producto obtenido era vendido en Villa Mercedes, cuyo comprador principal fue Marrau para su fábrica de caramelos y en Buenos Aires a través de Yodat Farcuh quien lo exportaba a Alemania.

Alrededor de 1952, intencionadamente alguien prendió fuego, no solo a la destilería sino también se quemó la casa y el campo, por lo que se trasladaron hacia su nuevo hogar, donde comenzaron de nuevo con la destilería, sobre la Ruta 5 camino al Rincón., funcionando hasta 1955 en que se acabaron las exportaciones tras el derrocamiento del presidente Juan Domingo Perón.

En 1962 fue desmantelada por completo quedando solo en la actualidad los cimientos y una vieja tapera.

Además de esta actividad, Miguel Yed era un apasionado por la medicina, leía muchos libros y conocía perfectamente el poder curativo de las plantas, así curaba el empacho, los nervios y las infecciones en la piel. Tenía un Chevrolet 37, que junto al automóvil de Verónica Busto fueron los primeros en la zona.

Secaban frutos, molían granos de maíz, tenían patos y toda clase de animales.

Hacia 1952 Miguel explotó un yacimiento de mina de Wólfram, que denominó San Jorge. Los derechos y acciones que tenía sobre esa mina fueron vendidos en 1978 a Leandro Bastidas.

Durante un tiempo, ya en su nuevo domicilio sobre la ruta 5, don Miguel abre un bar, frecuentado especialmente por los trabajadores de hidráulica.

En su casa se organizaba la fiesta en honor a San Jorge, el 23 de abril de cada año se sacaba en procesión la imagen de San Jorge, previa la cuarentena (40 días sin consumir carne). Don Miguel colocaba una palangana con agua en la mesa junto a la imagen de San Jorge, mientras oraba alrededor de la mesa en árabe sosteniendo un libro de oraciones con una mano y el incienso con la otra. Finalizada la ceremonia familiar, la imagen era sacada de la casa de los Yed y trasladada al lugar previsto para hacer junto a los vecinos una misa, iniciándose luego la procesión, que partía desde su casa en la ruta 5 hasta el arco del Rincón y de allí subía a la casa de Amalia Cejas, donde había una pieza con la comida y una gran galería que albergaba a los vecinos para iniciar la fiesta. Concluida la procesión se congregaban a comer el asado y se iniciaba el baile con el vals de San Jorge y una danza especial realizada por don Yed y su esposa. La fiesta duraba varios días con gran concurrencia de gente, entre los músicos que animaban la fiesta estaban Juan Gribaudo, Adrián Batallanez, Rodolfo Liendo y Julio Urquiza, viniendo en una oportunidad Los Príncipes del Ritmo.

Al enfermar Miguel, se va a vivir con su hijo Hugo a Santa Rosa del Conlara, donde fallece a consecuencia de un accidente cerebro vascular el 22 de mayo de 1980 a los 75 años de edad, su esposa Ana muere también en Santa Rosa de un edema agudo de pulmón el 26 de agosto de 1983.

NORA COSTAMAGNA- JOSE COSTAMAGNA

Fuente:

• Entrevista a Ángel “Cacho” Yed.
• “Rincón del Este: Recuerdos del Pasado “de Nora Costamagna y José Costamagna