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el segundo derrumbe

Hace 18 años se derrumbaba el campanario de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Merlo

Tras una intensa lluvia, el 3 de febrero de 2003, la torre de la capilla colapsaba estrepitosamente ante la mirada de vecinos que fueron testigos del histórico acontecimiento. Sin embargo, esa no fue la única vez que se desplomaba el antiguo campanario.
miércoles 03 de febrero de 2021
Las fotografías de Alfredo Ferreti se convirtieron en documentos históricos.
Gentileza Foto Rei
Gentileza Foto Rei

Un 3 de febrero, vecinos y turistas que merodeaban por centro histórico de Villa de Merlo fueron testigos de un acontecimiento que quedó grabado en la memoria. Minutos antes del mediodía de aquel lunes, tras una lluvia muy intensa, se desplomaba el antiguo campanario de la iglesia Nuestra Señora del Rosario.

Decenas de pares de ojos resignados observaron cómo parte del templo, de adobe y barro, se desmoronaba y se convertía en una montaña de escombros desparramados por la antigua galería lateral de la capilla y por la vereda.

El agua de lluvia se filtró por una fisura que separaba desde un año antes el viejo campanario con el santuario. "Se vio cómo empezaba a chorrear barro de las grietas del frente de la iglesia y de pronto, la torre comenzó a inclinarse y se derrumbó estrepitosamente", contó una de las personas que presenció el colapso de un símbolo de Merlo.

Poco tiempo atrás, se había recibido la visita de personal de Monumentos Nacionales, quienes sugirieron el apuntalamiento de la torre de la parroquia construida en 1720, precisamente 77 años antes de la fundación de la villa.

"Fue algo muy doloroso, incluso para quienes no somos nativos de acá. Mientras la torre caía las campanas tocaban enloquecidas", relató otro de los testigos.

 

"Estaba ante el hecho irremisible",  Alfredo Ferretti, Foto Rei.

 

 “Cuando los revoques se desprendieron en grandes planchas blancas, dejando ver los adobes oscuros, mojados, comprendí que era el final. Y en los pocos segundos que siguieron logre tomar estas fotografías, en una secuencia cargada de dramatismo, como un testimonio que no permita el olvido. Me faltó una, cuando el campanario, en su caída queda casi en ángulo recto. Pero no pude más… la tristeza y desolación de ese momento me inmovilizó. Estaba ante el hecho irremisible, que habíamos temido durante tanto tiempo. El tañido final de las campanas completó el duelo. Y de allí en más todos fueron lamentos, lágrimas y tardíos reproches”, relató Alfredo Ferretti, prestigioso fotógrafo de Villa de Merlo, que inmortalizó en sus imágenes el triste momento.

 

La reconstrucción del campanario de la iglesia declarada monumento histórico nacional en 1961 se pudo realizar con el aporte económico de la comunidad merlina. La obra estuvo a cargo de los arquitectos Barrera y Falabella, quienes también edificaron el nuevo templo. Cinco años después del día del colapso, en 2008, se reinauguró con una emotiva ceremonia la torre que apreciamos en la actualidad.   

 

 

 

Sin embargo, aquella no fue la primera vez que la torre sufría el desmoronamiento, en su libro Historia de la Villa de Merlo Tomo II, la historiadora Nora Costamagna, señala: “en 1936 un terremoto que casi destruyó la localidad de las Chacras, repercutió en Merlo, derrumbó el viejo campanario, que luego fue reconstruido gracias a los aportes económicos de varios vecinos que realizaron colectas y beneficios”.

“El derrumbe en esta ocasión fue sólo de la parte superior, es decir del campanario y es Agüero quien lo comenta ‘los muros de la vieja Capilla acusaron el impacto sísmico, y con enorme estrépito y entre la tolvanera de los adobones pulverizados, se derrumbó la parte superior del campanario. La parte derrumbada fue reconstruida al poco tiempo merced a una generosa donación brindada por uno de los hijos más ilustres e ilustrados de la Villa de Merlo, el Ingeniero Agustín Mercau...’”.

En un poema para la revista Ideas y que tituló “Elegía del campanario” Agüero dejó su testimonio:

Ayer alto asombro de pájaros vivos
y vieja costumbre del paisaje en flor
puntal sonrosado y seguro y firme
del cielito nuestro con Luna y con Sol.
Ayer señal rosa de nuestra existencia;
al verte de lejos nuestro corazón
llegaba primero que los pasos lerdos,
¡oh vieja costumbre del paisaje en flor!
Ayer eras todo lo más alto y recio.
Ayer eras todo, y eres nada hoy;
Derruidos adobes, caído revoque,
muerta cupulilla que no guarda el son
claro y transparente, cristalino y puro
de sus dos campanas; “aves del Señor”.
Antes proyectaban los claros sonidos
“¡oh limpia mañana de mi comunión!”
hasta el alto cielo, por el campo de oro,
todos los caminos sabían su voz.
Ahora está muerto, y muertos los siglos,
y el polvillo de años de cada adobón.
¿Qué haré con mis ojos sin la tosca curva
de hornito hogareño donde vi el rubor
viejo de la tarde, y la rosa nueva
luminosa y niña de la aurora? El Sol
no sabrá su ruta; ni sabrá la Luna,
ni las Tres Marías venir a mi amor.
¿Qué haré con mis ojos? ¿Qué hará con sus ojos?
¿Qué será mi boda sin su protección?
¡Ah! Para las gentes que te hicieron polvo
pido que no tengan lo que tengo yo,
que su sueño sea dormir, no vivir,
que sus ojos vivan pobres de color.
Ayer alto asombro de pájaros vivos,
y vieja costumbre del paisaje en flor.
Por el pájaro vivo, y el paisaje verde,
y por mí te digo mi pura canción.

 

Inauguración de la torre de la Iglesia - 1938  Foto Archivo La Vía

La reconstrucción no respetó el material original, es decir el campanario fue construido con ladrillo y mezcla, uniéndolo directamente con el adobe de la parte inferior.

 

    

 

 

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