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Entrevista

Monseñor Gabriel Barba: De “Me preocupa la droga” a “Capusotto me parece un genio”

El máximo referente del catolicismo en San Luis en una entrevista exclusiva con su historia, visión de la realidad y la iglesia que se aproxima.
jueves 30 de septiembre de 2021
Monseñor Gabriel Barba: De “Me preocupa la droga” a “Capusotto me parece un genio”

Después de muchos llamados fallidos, finalmente atiende el teléfono Monseñor Gabriel Barba. A más de un año de su toma de posesión como cabeza de la iglesia puntana, el Obispo dialoga desde San Luis capital, y en exclusiva, sobre diversos temas en una extensa charla que duró más de treinta minutos.

- Según una entrevista, usted es hincha de San Lorenzo, ¿En San Luis ya tiene equipo?

- Cuando llegué a Laferrere había un solo equipo y hasta me llegué a inscribir en el club y me hice del Deportivo Laferrere, pero, acá, en San Luis está más complicada la cosa porque hay varios equipos, así que por ahora no he decidido. He ocupado mi cabeza con otros temas y ya llegará el futbolístico. Soy muy poco deportista en todo sentido: en el hacer y en el ver.

- Hablando de San Lorenzo, ¿Tiene relación con el Papa Francisco? ¿Habla con él?

- No, para nada. Si tengo que mandar algún mensaje lo hago vía el secretario y muy a la distancia, y solo si hubiera algo muy necesario. Pero, verdaderamente, intento no molestarlo con pequeñeces. Imagino que su vida es verdaderamente difícil al tener que gobernar la Iglesia en todo el mundo y ser un líder mundial. 

- ¿Antes de su nombramiento, habló con él?

- Sí. Yo lo conocía de antes del nombramiento de Obispo muy poquito. Una vez que fui Obispo de Laferrere seis años, me llaman de la nunciatura y ahí me enteré del nombramiento en San Luis, que fue verdaderamente sorpresivo. De ahí, me fui a la Basílica de Luján sorprendido, no sabía qué hacer. Fui a ponerlo todo a los pies de la Virgen y desde Luján mismo mandé un mail al Papa diciéndole que había aceptado y que me gustaría hablar con él. Yo estaba muy preocupado de qué iba a pasar con Laferrere. Le transmití mi agradecimiento, pero, en realidad, la consulta era ¿Cómo hacemos con Laferrere? (risas).

- ¿Qué pensó apenas le dijeron que lo nombraban en San Luis?

- Me cambió todo, se me abrió un mundo nuevo. Yo San Luis siempre lo viví como una realidad lejana, distante y distinta. Casualmente, había estado de vacaciones en enero en El Morro, pero con una mentalidad de disfrutar y mirándolo como turista. Empecé a meterme en el mundo de San Luis porque no conocía nada ni nadie. Una vez que se hizo público (el nombramiento) le envié mi teléfono a todos los sacerdotes de San Luis. A partir de ahí empezó un caminito cada vez más profundo de conocimiento.

- Era muy criticada cierta doctrina como dar la hostia en la boca y usted implementó cambios ¿Cómo ha sido recibido eso en la gente?

- Tenés de todo, como es en la iglesia. Hay gente que estaba esperando ansiosa ciertos cambios, que deseaban poder recibir la comunión en la mano (NdR: solo en San Luis se daba la hostia en la boca mientras que en el resto de la Argentina no se practica hace mucho tiempo) o un conflicto que había habido antes con el tema de las monaguillas. Yo vengo de otro tipo de costumbres, de hábitos, de cómo vivir la fe. Yo voy poniendo cosas que creo sí eran cambios necesarios como, por ejemplo, en la catedral las mujeres tenían prohibido leer las lecturas. Yo eso no lo había visto en mi vida, nunca había visto que una mujer no pueda leer en la iglesia. Algunos cambios fueron de entrada y el día que tomé posesión pedí que una mujer lea la lectura y una mujer cante el salmo. Ciertas cosas no pueden esperar. Te diría que la mayoría ha vivido esto positivamente.

- ¿Cómo se define en una ideología? 

- Políticamente nunca me voy a definir porque yo tengo que ser padre de todos. Tengo mi pensamiento, tengo mi postura y cuando emito el voto, si puedo, voto lo que quiero. No siempre está el candidato que uno quiere. Nunca voy a decir públicamente cuál es mi posición política, pero aparte de ser Obispo soy ciudadano y los temas políticos siempre son discutibles. Trato de ser discreto, pero siempre voy a ejercer mi derecho de ciudadano.

- Si lo llevara a diferencia entre tercermundismo y Opus Dei ¿De qué lado se posicionaría más?

- Nunca sería un sacerdote del Opus Dei, no me gusta encasillar, he conocido excelentes sacerdotes del Opus Dei. Hay estilos de iglesia. Yo voy tratando de sacar lo mejor de cada uno. Busco ser fiel a la iglesia, la iglesia tiene muchos formatos y por ahí yo no soy un hombre muy estructurado, trato de vivir el Evangelio con la mayor frescura posible. Cuando recién arranqué de cura en el año 89, escuchaba la palabra tercermundismo y era algo muy malo y con connotaciones negativas. Cuando me ordeno sacerdote, me tocó conocer a muchos curas que habían participado del movimiento por el tercer mundo y ahí empecé a aprender de historia y lo que fue el movimiento del tercer mundo, aunque tenía distintas tendencias. Ahí descubrí que ni lo bueno era tan bueno ni lo malo era tan malo. Hay que mirar la historia con la mayor verdad y los menores prejuicios posibles.

- ¿Tiene diálogo con los curas en la opción por los pobres?

- Si, conozco muchos. Voy a dar una opinión: hay grupos sacerdotales que trabajan con sectores muy pobres como son los curas villeros y hay otro grupo que se reúne que son la Opción por los pobres y son muy distintos en su forma de trabajar. Con los curas de la OPP jamás trabajaría porque están muy definidos políticamente y partidariamente y yo en eso no estoy de acuerdo. Respeto que trabajan con los pobres, ellos creen que es el mejor camino, no es el que yo elegiría. Sí podría trabajar con quienes trabajan en las villas. Son grupos muy distintos que trabajan con los mismos sectores con formas distintas de encarar la pastoral.

- ¿Cómo ve la situación de San Luis en cuanto a pobreza? ¿Lo ha planteado a los gobernantes?

- Yo vengo del conurbano. Venir a San Luis es un cambio socioeconómico tan notable en la calidad de vida, no salía de mi asombro. Creo que la mayoría de la gente tiene una calidad de vida muy buena, lo cual no quiere decir que no haya pobreza y que no esté creciendo la pobreza. San Luis es parte del mundo y de la Argentina que está atravesando una crisis que es la pandemia. No somos una isla, si bien había una estabilidad distinta, se nota cómo las cosas no están yendo bien. 

Si vos me preguntas el tema que más me preocupa, lo digo explícitamente: son las drogas. Yo creo que es más grave que lo económico, que está porque no hay fuentes de trabajo y la economía está colapsando de muchos lados, pero me preocupa mucho la droga. 

Ayer tuvimos un conversatorio en la Universidad Católica donde presentaron estadísticas sobre la marihuana y no nos podemos descuidar. He visto cosas peores y no quiero que lleguemos a eso.

- ¿Se posiciona en contra de la despenalización recreativa de marihuana?

- Por supuesto.

- ¿Alguna vez probó marihuana?

- No, pero la sentí muy de cerca (risas).

- ¿Sobre la legalización para uso medicinal qué opina?

- Otra de las cosas que charlamos ayer es distinguir entre uso recreativo y medicinal. Yo estaría de acuerdo en un uso medicinal, pero decían médicos en el panel que todavía falta rigor científico en los beneficios. Aparentemente en varias patologías pareciera que causan alivio o algún bienestar. Lo más importante es distinguir lo recreativo de lo medicinal.

- Lo llevo a otro tema, ¿Usted, viniendo de Laferrere, conoce a Jesús de Laferrere, el personaje de Peter Capusotto?

- (Risas) Me encanta, me divierte mucho. Hace mucho no me llega nada, pero soy de la época de “Cha, Cha, Cha” y Peter Capusotto me parece un genio de creatividad y de ironía. No lo sigo, pero, cuando lo pesco, lo disfruto.

- Hay una juventud que reclama que la iglesia sea más abierta a poder debatir temas como la Educación sexual integral y aceptar a diversidades, ¿Qué posición tiene?

- No me han llegado reclamos específicos, pero es obvio que tiene que pasar, esas inquietudes tienen que estar en el corazón de los jóvenes. Tenemos que aprender a convivir, a respetar y a respetar al distinto. No significa que piense como el, pero tenemos que caminar juntos. El Papa escribió Fratelli Tutti (Hermanos de todos) y tenemos que aprender a compartir y a convivir.

- ¿Le gustaría que la iglesia de San Luis sea abierta a las diversidades?

- La iglesia de San Luis tiene que ser como en todo el mundo. No vamos a estar a favor de la ideología de género y tenemos un concepto cristiano que no va a cambiar nunca, eso es un tema que voy a estar en comunión con la iglesia. Tenemos que aprender a caminar y trabajar con las personas que tenemos en la vida con personas con distintas realidades o distintas opciones. 

- ¿Qué piensa de la liberación de restricciones para el 21 de septiembre en San Luis?

- Me dio pena. Había organizado con los seminaristas ir a El Trapiche porque quería estar presente con los jóvenes y acompañar desde nuestro lugar. La liberación de restricciones me pareció una imprudencia muy grande porque yo creo que tenemos que seguir cuidándonos, no exponernos, no buscar al virus. Y eso hizo que diéramos un paso atrás en ir a El Trapiche, porque no estaba de acuerdo con esa medida.

- Hubo rumores sobre su estado de salud, ¿Cómo está?

- Tengo presión alta desde los treinta años, este último tiempo hubo una seguidilla de exceso de trabajo y no pude parar. Cuando estoy afuera, todo el mundo me da de comer y a mí me encanta. Mucho trabajo y comer mucho y con sal, me disparó la presión. Fui al médico, me hice una serie de estudios que debería haber hecho hace tiempo, estoy en eso, pero no ha salido nada grave. Tengo que corregir el hábito de la comida y del ejercicio. 

- Estamos viviendo la novena de Nuestra Señora del Rosario, ¿Qué pide para Merlo?

- Merlo a mi me preocupa como cada lugar de la provincia, cada uno con su particularidad. Merlo es una ciudad grandísima que ha crecido por demás y tiene mucha vida propia, mucho barrio propio con mucha gente que viene de afuera. Siempre me preocupo de que Merlo tenga la atención adecuada. Me pareció oportuno hacer un cambio de párroco y ahora pude poner dos. Me preocupa que Merlo esté bien atendido, que sienta la cercanía de los curas. Estoy muy tranquilo de que vuelvan a haber dos curas. Les pido que cuiden el amor a la Virgen, que ella siempre los va a cuidar.

Simón González Alegre

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