La historiadora Nora Costamagna presentó “San Luis a través de sus documentos”

“El objetivo que me propuse con esta obra fue facilitarles las búsquedas a los investigadores, sobre todo a quienes no pertenecen a la provincia. Trabajé sobre cuatro expedientes del siglo XVIII y más de mil ochocientos documentos del siglo XIX. También estoy investigando sobre expedientes del siglo XX que seguramente saldrán en otra publicación”, detalló Costamagna que integra la comisión directiva de la Junta de Historia de San Luis, del Centro de Historia de la Villa de Merlo y es miembro del Centro de Genealogía de Córdoba, de Rosario y de San Juan.

“Una revelación de real trascendencia histórica fue la que logró Nora Costamagna descubriendo la transcripción del testamento de María Magdalena Gómez Isleño, hija del Capitán Juan Gómez Isleño y Juana Coslay. La existencia de Juana Coslay pasó de ser una incógnita entre la historia y la leyenda, para ser un hecho real, que hoy tiene respaldo documental”, destacó Tobares en el prólogo, basándose también en otra investigación de Costamagna donde propone que Juana Coslay se escribía con c y no con k como habitualmente se usa. Este dato, además está sustentado en el libro “Apuntes biogenealógicos para la historia de San Luis y Cuyo”, publicado entre Costamagna y su hermano, también historiador, Roberto Colimodio.

“San Luis a través de sus documentos” rescata testamentos, inventarios, particiones de bienes, de personas representativas: Pablo Mendez de Toro, Antonio Ferreira, Tomás Fernández, Tomas Pérez Moreno, Baltazar Guiñazú, Atanacio Quiroga, Miguel de Vílchez, Francisco Alba, Francisco Bustos Gaette, Antonio Alba, Agustín Guiadas, Micaela Arias, Gabriel Carranza, Baltazar Pereyra, una larga nómina de personas que han tenido importantes actuaciones en sucesivos períodos históricos.

Otros documentos, dan cuenta de transacciones comerciales que tienen por objeto la compraventa de inmuebles, tropas de vacas, mulas, bueyes, caballos, venta de carretas, ruedas de carretas, entre otras. También, detallan las compraventas de esclavos como un objeto más, con especificación de su estado de salud, edad y precios. “Este libro recupera los nombres de parajes que pasaron desapercibidos por los historiadores, pero que en las viejas escrituras sí aparecen. Podemos mencionar ´La calavera´, ´El carrizal´ que era el nombre antiguo de la zona de Renca, o parajes como ´Yerbabuena´, ´La arboleda´, ´El pajarote´, ´Loma del romerillo´”, detalló la autora que presentó el libro en septiembre durante las XI Jornadas de Historia de San Luis.

Nota: Prensa Secretaría de Cultura.

Fotos: Gentileza Nora Costamagna.